¡Es Puma!/ Winston contra Wotan

AutorGermán Dehesa

Jamás le ha sido fácil a Inglaterra derrotar a Alemania en el terreno futbolístico. Se trata de la colisión de dos etnias que llevan ya muchos siglos compartiendo no tan sólo orígenes comunes, sino voluntades tenaces e indomables. Cuenta la leyenda que, hace no muchos años, coincidieron los premieres de ambas naciones: Margaret Thatcher y Helmut Köhl. El gordito alemán (que, en aquel entonces, no imaginaba el almoloyazo que se le vendría) se quiso poner irónico (especialidad inglesa) y le preguntó a esa especie de suegra cósmica que era la Thatcher: señora, ¿cómo es posible que jamás les resulte fácil a los ingleses derrotar a los alemanes en el futbol que es el deporte favorito de los ingleses? Margaret Thatcher miró a Helmut Köhl y con toda cortesía le contestó: bueno, mi estimado señor Köhl, algo más grave ocurre con los alemanes que jamás han podido derrotarnos en su deporte favorito. ¿Cuál es ese deporte, señora?, preguntó Köhl. La guerra, contestó triunfante la mulísima señora. Ambos tenían razón; cada vez que Wotan, el dios teutónico de la guerra, avanza amenazante por el mundo, siempre aparece un Winston Churchill que lo pone en paz.

Estamos ahora en plena Eurocopa; los hooligans y los skinheads (tribus bárbaras que pronto recibirán la adhesión del CGH) hacen barrabasada y media por Holanda y Bélgica; antes de que comience un partido, ya hay un marcador de muertos, fracturados y desaparecidos. De la primera fase, el partido quizá más esperado era precisamente el de Alemania contra Inglaterra. Los feroces germanos llegaban con un equipo extremadamente joven y con dos o tres veteranos cuyo valor ya es meramente simbólico. Los ingleses tienen el problema contrario: un buen número de brillantes jugadores que ya van...

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