¿Qué se juega México?

Editorialistas de GRUPO REFORMA comparten su visión sobre el significado y la trascendencia de la elección de este domingo. Argumentan sobre las implicaciones que el resultado de este paso democrático pueda tener en el futuro inmediato y a un plazo más largo.

Sergio Aguayo Quezada

En nuestra historia las grandes transformaciones se lograron con sangre y muerte. En los años sesenta se logró un consenso informal de que la transición a la democracia debía ser pacífica; en parte por ello el proceso ha sido tan extraordinariamente lento. El entendimiento informal fue sometido a una presión terrible durante esta elección; afortunadamente para el país, el pacto no escrito ha resistido, hasta ahora, las pasiones y los odios desencadenados durante esta campaña.

Paz Fernández Cueto

Con Madrazo se juega la alternancia que dejara atrás 70 años de priismo, arrastrando consigo vicios y complicidades. Con López Obrador se juega también la alternancia -son los mismos-, más la democracia, ante el riesgo de un presidencialismo autoritario que impone la propia voluntad por encima de las leyes. Con Calderón se apuesta a la continuidad de una economía estable, para la generación de trabajo productivo, confiando en su capacidad para realizar las reformas que necesitamos. Cada voto puede hacer la diferencia en la definición del país que heredaremos a nuestros hijos.

Juan E. Pardinas

¿El resultado de los comicios marcará el destino de México? Sí pero no tanto. No creo que esté en juego la democracia, ni el capitalismo de mercado o el respeto a la propiedad privada. Como país hemos logrado consensos básicos sobre nuestra forma de gobierno y la importancia de la estabilidad económica, ya que todos los candidatos las defienden. Sí está en juego el papel de la inversión pública en el desarrollo y la mejor manera de explotar las oportunidades que nos ofrece la economía global.

Jorge Alcocer V.

En lo inmediato, la consolidación o quiebre de la democracia electoral y de sus instituciones, que pasa por el respeto a los resultados y el acatamiento de la ley para dar cauce a las eventuales impugnaciones. En lo mediato, la conducción del rumbo de México en los próximos seis años, sabiendo que sólo con acuerdos entre el Ejecutivo y el Congreso será posible que el próximo gobierno ofrezca resultados. Admitir que nadie gana todo ni para siempre, y nadie pierde todo ni por siempre, sería un buen punto de partida.

Carlos Fuentes

México no se juega nada. La elección es un índice de normalidad democrática. Es decir: México ganará el 2 de julio. Dejemos de ver la democracia con sobresalto.

Rafael Pineda (Rapé)

Para empezar quisiera que no se pusiera en juego nada. Creo que la votación es algo muy serio. No se puede jugar con la democracia y menos cuando la sociedad está tan polarizada como en cualquier preámbulo de cualquier guerra. Se tiene que tomar una decisión entre dos formas de tomar decisiones con base en la manera de interpretar la historia, la economía, la sociedad, el trabajo, el Estado de derecho, la cultura, las fronteras, la diplomacia y sobre todo, la política. Hay que decidir sin jugar.

Homero Aridjis

Dar un cambio radical a la deficiente educación pública, piedra angular del futuro de México. Proteger a los campesinos en las zonas más pobres del país de los impactos de la apertura en enero del 2008 de...

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