¡QUE ... QUÉ!

AutorChucho Gallegos

Habla el papá de Jenni

Don Pedro Rivera, quien vive en Los Ángeles, dio una entrevista y dijo respecto al numerito violento de sus hijos: Juan y Jenni, en Abasolo la semana pasada: "Estoy avergonzado de la conducta de mis hijos. La violencia genera violencia. Estoy en contra de la violencia intrafamiliar y de la niñez. Yo les di buena educación a mi hijos, pero ellos crecieron, y a esta edad ya no los puedo regañar". La mismísima Jenni dijo al respecto que estaba arrepentida y que tomaría terapia.

Le urge que se haga un chequeo médico junto con Juan. Tal vez el diagnóstico sea: ¡neuróticos! En cuanto a Jenni, además de congruencia, le falta oficio. Por si no lo sabe, tal conducta de los fans la gente la castiga, defiende a sus artistas. Pero así, tomando "justicia" por su propia mano, dividió a la concurrencia.

Ningún cantante, que yo recuerde, ha respondido con golpes a sus agresores durante un show (el público los apacigua), y menos con la saña de Juan en Abasolo y la prepotencia de Jenni en Puerto Vallarta.

Me gusta su temperamento como artista, cantando, pero la arrogancia me aleja, le huyo. Ojalá y esta señora hubiera conocido la silla "bajahumos" que hizo el señor Azcárraga (de 1.50 metros de base y 1.80 metros de respaldo). Le hubieran colgado las piernitas. Se vería ridícula.

Que hablen... aunque sea mal

Pasando a otro tema: de los artistas que he tratado en 45 años como periodista de espectáculos, reconozco en Lucía Méndez un don nato para el marketing.

Dicho de otra manera: una fregona para hacerse publicidad. Ahora se "avienta en contra de Aracely Arámbula" para hacer ruido a beneficio de su debut en Noches de Cabaret. Lucía es tan brillante que opaca los rayos solares. "Que hablen, aunque sea mal, pero que hablen". Ése parece el lema de la Méndez, y yo le aplaudo.

Los Tigres vetan plazas

Los Tigres del Norte han borrado de su agenda, temporalmente, plazas consideradas de alto riesgo, como Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Coahuila y Durango.

Platiqué con Jorge, el mero mero de este...

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