A 25 años de la reunificación

AutorPatricia Espinosa Cantellano

EMBAJADORA DE MÉXICO EN ALEMANIA

BERLÍN. Hoy se celebra el 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín. La capital alemana se prepara para recibir a cientos de miles de visitantes que vendrán de todo el mundo a festejar uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia contemporánea. En el complejo escenario internacional de nuestros días, en el que enfrentamos tensiones y crisis en distintas regiones del mundo, la reunificación alemana -un proceso de cambio pacífico, ordenado y genuinamente democrático- adquiere su sentido pleno. Ese hecho nos invita a reflexionar sobre la importancia del liderazgo y de la voluntad políticos, como elementos indispensables para transformar la realidad en beneficio de nuestras sociedades.

La gran fiesta popular que tuvo lugar en Berlín la noche del 9 de noviembre de 1989 marcó el inicio del proceso de consolidación de la potencia europea y global en la que hoy se ha convertido Alemania. Este acontecimiento tiene un significado que va más allá de las fronteras de este país: representa el fin de la Guerra Fría y el inicio de una nueva etapa en la evolución del sistema internacional.

Las características de ese nuevo orden internacional son debatibles. No lo es, sin embargo, el hecho de que en esta nueva etapa Alemania se ha convertido en un actor central en el escenario mundial. Como señaló el presidente Joachim Gauck en la Conferencia de Seguridad de Múnich: "Alemania ha construido un presente de paz y cooperación saliendo de un pasado de guerra y dominación". Esa profunda transformación interna se manifiesta en sus relaciones con el exterior. Alemania es uno de los países más globalizados del mundo. Su bienestar, como el de otros países afines, se vincula estrechamente con un orden mundial abierto, basado en principios y normas de aplicación general. Sólo así es posible conjugar armónicamente intereses y valores.

En el marco de esta fecha, es importante compartir algunas reflexiones sobre las relaciones entre México y Alemania.

Los contactos entre los dos países se remontan a la época colonial, cuando los primeros alemanes, entre ellos varios miembros de órdenes religiosas, arribaron a la Nueva España. Parafraseando a Frances Oakley, esa época podría llamarse "los siglos decisivos" de México; es decir, el período en que se definieron los rasgos esenciales de la nación mexicana. Es bien conocida la aportación del geógrafo, naturalista y explorador Alexander von Humboldt, quien en 1803 llegó al...

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