Un ombudsman cercano al poder

AutorMartha Martínez

Avaló la llamada Ley Bala que derivó en la muerte de un menor en el estado de Puebla, omitió investigar casos que eran de su competencia, ignoró denuncias realizadas en tiempo y forma, denunció delitos cuando éstos ya habían prescrito, emitió recomendaciones que las propias víctimas rechazaron, apoyó las versiones del gobierno federal sin investigar antes lo hechos... La lista de fallas y omisiones del ombudsman nacional es larga.

Raúl Plascencia Villanueva arribó a la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en noviembre de 2009 y, en lo que va de su gestión, el organismo ha contado con los presupuestos más grandes de su historia, su nómina actual no tiene comparación y la reforma constitucional en derechos humanos aprobada en 2011 la convirtió en una de las instituciones defensoras de los derechos humanos más avanzadas del mundo.

A pesar de ello, su trabajo es menos efectivo: recibe más quejas, pero emite menos recomendaciones, la respuesta de las autoridades ante éstas es cada vez menos convincente y por primera vez en la historia del organismo, cinco de sus recomendaciones fueron impugnadas por las propias víctimas.

Aunado a ello, de cara a la elección del nuevo ombudsman, Plascencia enfrenta una demanda de juicio político promovida por ciudadanos y organizaciones civiles, quienes lamentan que, en un contexto de crisis de los derechos humanos, el presidente de la CNDH abdique en su tarea de defender y proteger a las víctimas.

AVANCES DE PAPEL

En lo que va de la administración de Raúl Plascencia, los recursos de la CNDH tuvieron un incremento real del 34 por ciento: pasaron de 601 millones de pesos a más de 804 millones.

Este aumento es cuatro veces superior al registrado durante el segundo y último periodo de su antecesor: entre 2005 y 2009, el presupuesto del ombudsman nacional se incrementó sólo 8 por ciento, de 621 a 669 millones de pesos.

También creció la nómina del organismo. El Presupuesto de Egresos de la Federación indica que, entre 2010 y 2014, las plazas etiquetadas aumentaron de mil 134 a mil 605. De ahí que el monto destinado al pago de sueldos y prestaciones creció de 440 a 579 millones de pesos. Actualmente, este rubro absorbe el 72 por ciento de los recursos públicos que maneja la CNDH.

Además, la reforma constitucional en derechos humanos revistió al ombudsman nacional de mayores atribuciones: le transfirió la facultad que tenía la Suprema Corte de Justicia de la Nación para investigar violaciones graves a los derechos humanos, incluyó dentro de sus competencias los derechos laborales, estableció la obligación de los servidores públicos de responder sus recomendaciones y le otorgó la facultad de presentar denuncias penales o civiles contra funcionarios públicos que no sustenten debidamente el rechazo a éstas.

De la reforma surgió una súper CNDH que hoy es criticada por organizaciones civiles de protección a víctimas, defensores independientes de derechos humanos, académicos y algunos partidos políticos.

MENOS RESULTADOS

A pesar de tener a su disposición más recursos, personal y atribuciones legales, el trabajo del actual ombudsman no es mejor que el de sus antecesores. Las estadísticas del organismo indican que durante la gestión de Plascencia, la CNDH ha recibido 70 por ciento más quejas que durante el periodo 2005-2009; sin embargo, no ha emitido más recomendaciones y tampoco ha logrado un mejor cumplimiento de éstas por parte de las autoridades.

Entre 2005 y 2009 -la segunda y última gestión de José Luis Soberanes-, el organismo recibió 34 mil 816 quejas y emitió 312 recomendaciones, lo que equivale a 0.8 por ciento.

Si ya con Soberanes el número de quejas que se convierten en recomendaciones era bajo, con Plascencia este indicador cayó aun más.

Entre 2010 y septiembre de 2014, la CNDH recibió 59 mil 957 quejas y emitió 406 recomendaciones. Es decir, apenas el 0.7 por ciento de las quejas se convirtieron en recomendaciones.

Las recomendaciones de Plascencia tampoco han sido más efectivas. Entre 2010 y 2013 emitió 360 -para 2014 aún no existe información sobre la aceptación o rechazo de éstas-, y en menos del 2 por ciento de los casos las autoridades señaladas en ellas las aceptaron y entregaron al ombudsman nacional pruebas que acreditaran su cumplimiento.

Un ejemplo: en 2011, la CNDH emitió 95 recomendaciones, de ellas sólo una está clasificada como "aceptada con pruebas de cumplimiento total".

El "récord" de Plascencia en recomendaciones con pruebas de cumplimiento es inferior al de Soberanes, que llegó al 10 por ciento de recomendaciones cumplidas en su segundo periodo.

Las estadísticas de la CNDH muestran que en la mayoría de las recomendaciones emitidas por Plascencia, las respuestas de las autoridades han sido poco satisfactorias: 10 por ciento fueron rechazadas; 17 por ciento fueron aceptadas pero las autoridades no entregaron al organismo pruebas de su cumplimiento, y en 59 por ciento de los casos su cumplimiento fue parcial.

El 23 por ciento de las recomendaciones restantes aún no están resueltas. El organismo las presenta como "en tiempo de ser contestadas" o "en tiempo de presentar pruebas de su cumplimiento", esto a pesar de que algunas de ellas fueron emitidas desde 2010.

OMISIONES

De acuerdo con el gobierno federal, en los últimos siete años se registraron más de 70 mil muertos y más de 47 mil desaparecidos en el marco del combate al crimen organizado.

La CNDH documentó...

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