¿Por qué Catalunya quiere ser independiente?

AutorLolita Bosch

ESCRITORA Y PERIODISTA

BARCELONA.- El 11 de septiembre de 2013 -Diada Nacional de Catalunya-, un millón 600 mil personas, convocadas por los más de 30 mil voluntarios de la asociación civil Assemblea Nacional Catalana, organizaron una cadena humana de 400 kilómetros para expresar su deseo de convocar un referéndum sobre la independencia de Catalunya: la Vía Catalana, que cruzaba el país de norte a sur. Y que, como dijo el periodista Víctor Alexandre, "no es la vía de las armas y del desprecio, sino de las urnas y de la palabra".

Por la voluntad de independencia, en Catalunya no se ha dejado de trabajar pacíficamente desde los inicios del siglo XVIII, y hoy es de nuevo un deseo abrumador. Así que le pregunto a Muriel Casals, presidenta de la asociación civil Òmnium Cultural, cómo puede ser que en un continente que acogió a los exiliados de la República, un país como México que nunca reconoció al gobierno franquista o sociedades multiculturales como muchos países latinoamericanos, tantos ciudadanos no logren entender por qué queremos irnos. Y se lo pregunto porque recientemente he escuchado comentarios de amigos mexicanos, chilenos, argentinos y colombianos que cuestionan casi con desprecio nuestro derecho a decidir. A lo que Muriel Casals me responde, sin dudarlo: "¿acaso no se fueron ellos?".

"Cualquier país que haya pertenecido al imperio español", me dice el escritor y político Alfred Bosch, "ha vivido este proceso que hoy vivimos nosotros. Nosotros, los vascos -y tal vez los navarros- somos los últimos en irnos de este imperio que a lo largo de la historia se ha caracterizado por negarlo todo, combatirlo todo e impedirlo todo".

"Para que este proceso se entienda en América Latina", añade, "debería bastar con decir que queremos hacer lo que ellos hicieron 200 años atrás". Y de hecho, empezamos hace muchos, muchos años.

En el siglo VII se compiló el primer manual de derecho catalán y a principios del XII, tras una unión dinástica que emparentó al Reino de Aragón con el Condado de Barcelona, surgió la Corona de Aragón y se conformó como una federación de estados que respetaba las singularidades propias de cada territorio. Su extensión, que creció con el tiempo, hoy encaja casi con exactitud con los llamados Países Catalanes: una región de 14 millones y medio de personas que hablan en catalán en varios países distintos. En 1474, y a pesar de que la boda de Fernando II e Isabel de Castilla unió dinásticamente los reinos de...

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