El ABC de las y los mexicanos / ¡Ok, maguey!

AutorGuadalupe Loaeza

Dicen que los argentinos, los yucatecos y los anglosajones tienen dificultades para pronunciar la "ñ". No los culpamos.

Hay que decir que la letra "ñ" es una lata. Tan es así que a principios de los 90, más de 400 personas hispanas salieron a la calle en defensa de esta letrita. Sí, había que dar la "batalla de la 'ñ'".

Todo empezó cuando la Unión Europea quiso imponer una iniciativa que consistía en sugerirle a los fabricantes de computadoras eliminar por completo del teclado la "ñ".

Entonces existía una reglamentación que impedía en España vender "productos informáticos" que no tuvieran "todas las características del sistema gráfico del español". Y claro, la UE consideró que esta disposición equivalía a una medida "proteccionista que violaba el principio de libre circulación de mercancías".

La primera en reaccionar fue la Real Academia Española. "Su desaparición representaría un atentado grave contra la lengua española", dijo la RAE. Pero el que también estaba furibundo era Gabriel García Márquez: "Es escandaloso que la CE se haya atrevido a proponer a España la eliminación de la eñe sólo por razones de comodidad comercial", afirmó el premio Nobel de Literatura de 1982. Y agregó: "Los autores de semejante abuso y de tamaña arrogancia deberían saber que la eñe no es una antigualla arqueológica, sino todo lo contrario, un salto cultural de una lengua romance que dejó atrás a las otras al expresar con una sola letra un sonido que en otras lenguas sigue expresándose con dos".

Por más noña que les pareciera a unos cuantos, la letra con su pequeña caperuza no podía desaparecer. No hace mucho, la portada del semanario Newsweek estaba dedicada, precisamente, a la "generación Ñ", que se caracteriza por su originalidad y cuyos padres no comprenden en absoluto.

Esta generación fue la que eligió, de todo el diccionario, la letra "ñ", porque consideraron que era la más "chida".

Ñáñara: Muchas mexicanas y mexicanos están sintiendo, en estos momentos, muchas ñáñaras, por las elecciones. Tienen miedo, sienten ñáñaras en el estómago.

Les da pavor no saber por quién votar, pero también les da muchas ñáñaras votar por el que piensan votar.

Ñoño: Cursi, "chabacano", fuera de moda, provinciano. No hace mucho, un lector me mandó un correo electrónico, en donde me preguntaba: "¿Se podría decir que la primera dama es ñoña? He aquí mi contestación: "Querido lector, tiene usted razón.

Y no nada más es ñoña, es ñoñísima. Dejarse retratar tomada de la mano con su...

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