'Abordan' piratas música religiosa
| Autor | Humberto Padgett |
En la Ciudad de México, ni la música religiosa se salva de la piratería. Discos y películas producidos por católicos y cristianos con el fin de difundir su fe son grabados y vendidos al margen de la ley de derechos de autor en centros religiosos y tianguis del Distrito Federal.
Como ocurre con la mayor parte de las casas productoras de fonogramas, las disqueras especializadas en contenidos religiosos enfrentan crecientes pérdidas por la piratería que se ofrece sin restricciones en las cercanías de la Basílica de Guadalupe y en puestos callejeros del Centro Histórico.
Como cualquier otro tipo de música, el mayor centro de distribución de material grabado ilegalmente está en el barrio de Tepito, en donde los puesteros ubicados en La Villa compran cada disco compacto pirata en 6 pesos para venderlo entre 10 y 20 pesos.
Lo mismo pasa con música y filmes cristianos que son vendidos en al menos cinco puestos de la Colonia Morelos por 20 pesos en versión VCD, cuando el original en DVD tiene un precio comercial de 120 pesos.
REFORMA ubicó puntos de distribución de música y películas cristianas en la calle Fray Bartolomé, frente al número 30, en un puesto atendido por un hombre apodado "La Julia"; en Matamoros, afuera del Mercado 29, en donde son vendidos por "El Coyote"; en Jesús Carranza frente al número 33; en la calle Tenochtitlán, frente al número 40, y en la calle Aztecas esquina con la calle Tenochtitlán.
Carlos Martínez, propietario de un puesto de discos en el Puente Papal aledaño a la Basílica de Guadalupe tiene disponibles alrededor de 280 títulos diferentes y es uno de los 15 vendedores de música original y pirata que se instalan en esa zona de turismo y peregrinaje religioso.
En el mercado de la música católica participa una decena de compañías, entre las cuales están De la Garza, Fracor, Mundi CD y Celeste, que, en conjunto, sacan al mercado un nuevo disco cada mes, de acuerdo con estimaciones de Martínez.
El puestero vende unos 50 discos en promedio cada día, cifra que se cuadruplica en los días cercanos al 12 de diciembre.
Ahí, un casete original cuesta 20 pesos y un disco 50 pesos, mientras que las copias se venden en 10 pesos.
"La gente se lleva más el original, porque la gente tiene la creencia de que es mejor y porque el precio también es muy accesible. (También) tiene la creencia de que si se lleva un disco pirata es como un pecado que están cometiendo.
"A mí el original me cuesta 30 pesos, el proveedor lo trae hasta nuestro...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba