Abren de Rivera el 'archivo secreto'
| Autor | Edgar Alejandro Hernández |
Pocos meses antes de morir, el muralista Diego Rivera (1886-1957) ordenó a sus secretarias Elena Vázquez Gómez y Teresa Provenza guardar en cajas de madera diversos documentos personales y pidió que no se abrieran hasta 15 años después de su muerte. Después de casi medio siglo de permanecer oculto y cerrado, el llamado "archivo secreto" fue abierto el pasado 4 de junio por el Fideicomiso Diego Rivera y Frida Kahlo del Banco de México.
Carlos García Ponce, presidente del fideicomiso, explica que las dos cajas que conforman el archivo y que contienen alrededor de 3 mil documentos, se encuentran en un proceso de limpieza y catalogación que durará cuatro meses más, antes de que se ponga al alcance de los investigadores con el objetivo de asegurar su preservación.
Las cajas, que fueron selladas y permanecieron intactas en lo que ahora es el Museo Frida Kahlo (Londres 247, Coyoacán), despertaron polémica y especulaciones entre de los familiares, biógrafos e investigadores del pintor guanajuatense. Hubo quien, incluso, dijo que el archivo tenía papeles de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA) o secretos del Estado Mexicano, pero nadie conoce su contenido.
Guadalupe Rivera Marín y Juan Coronel Rivera, hija y nieto del muralista, así como las historiadoras de arte Raquel Tibol y Blanca Garduño, coinciden en que el "archivo secreto" debe albergar documentos referentes a la actividad política de Rivera dentro del Partido Comunista; además de información personal que el pintor prefirió mantener oculta, como detalles del cáncer de próstata que le causó la muerte o el accidente vial en el que su hija Ruth Rivera atropelló y mató a un transeúnte.
García Ponce aclara que aún no se conoce el contenido preciso de los documentos, ya que la archivista encargada de la conservación del material, Berta Gilabert Hidalgo, "lo único que está haciendo es inventariarlos, limpiarlos y ponerlos en papel antiácido para asegurar su conservación. Como fideicomiso, creemos que lo más importante es asegurar la conservación del material. Hubiera sido una irresponsabilidad abrirlo a los investigadores sin un inventario previo".
El proceso de catalogación, agrega García Ponce, comenzó el pasado 4 de junio y demorará entre 4 o 5 meses más, por lo que estima que el acervo se abrirá a los especialistas a finales de año. "Sé que muchos investigadores están impacientes por ver y analizar el contenido; pero eso puede esperar".
Blanca Garduño, quien dirigió durante...
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