Acecha gas mortal rincones del hogar

AutorLuis Brito

La muerte se puede gestar en el calentador de agua. Es 26 veces más rápido que el oxígeno y su olor es casi imperceptible y mortal. Tan es así que en promedio cada mes mata a tres personas.

La gente le llama gas, pero los especialistas aclaran: el que mata por intoxicación no es el gas sino el monóxido de carbono y le bastan 5 minutos para cumplir su cometido.

De acuerdo con especialistas de la Procuraduría General de Justicia del DF, el 80 por ciento de las muertes por envenenamiento de gas son por monóxido de carbono, y el resto por fugas de LP.

La peligrosidad del monóxido de carbono radica en que es inoloro e incoloro, por lo que la persona no se percata que lo está aspirando hasta que sufre las secuelas y en ocasiones sólo se desmaya.

"Es mucho más rápido que el oxígeno para ser inhalado, se absorbe de una manera veloz", advierte un experto pericial de la Procuraduría de Justicia del DF.

"La gente no ubica la fuga y en muchos casos ni siquiera se dieron cuenta, sólo se desploman", añade.

Al ser inhalado, el monóxido de carbono se combina con la hemoglobina e impide que el oxígeno circule por el cuerpo, afectando el sistema nervioso. Los primeros síntomas son dolor de cabeza, fatiga, sueño, y dificultad para respirar.

De acuerdo a los especialistas, las muertes más comunes se originan en fugas provenientes de calentadores sin mantenimiento instalados en zotehuelas sin ventilación y cerca de las regaderas, como en numerosos departamentos de interés social.

El carboncillo acumulado en la hornilla se calienta cuando la flama se enciende y genera el gas, el cual intoxica a la persona mientras se baña.

En numerosos casos el cuerpo es hallado en la regadera o desnudo en una habitación cercana o pasillo, cuando intentó tomar aire.

"En los boiler viejos o descuidados se forma un carboncillo y el requemado constante de la flama provoca el monóxido", explica el especialista de la PGJDF.

En el invierno también es común que se prendan anafres con carbón durante las noches en viviendas humildes, por lo que aumentan las muertes.

Aunque en menor medida, también se registran fallecimientos por gas producido en carboncillo de ollas cuyo contenido se consumió al ser sobrecalentado en la estufa o dentro de vehículos, cuando la combustión que sale por un escape averiado ingresa a la cabina.

La escena que encuentran los cuerpos de emergencia generalmente es un cadáver tendido en dirección a puertas o ventanas, porque la persona buscó ventilación, vómito...

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