Aceitan vacunación

AutorSelene Velasco

En plena videorreunión con diputados, el Secretario de Desarrollo Urbano, Carlos Alberto Ulloa, tuvo que tomar una llamada: "es que estoy con lo de las vacunas", se disculpó ante los congresistas. El encargado es quien coordina y se comunica de forma directa con la Jefa de Gobierno para solucionar lo más rápido posible las eventualidades.

"La prioridad es la vacunación", asegura otro funcionario a condición de no revelar su nombre, "a veces desayuno a las cuatro de la tarde o después y siempre hay qué resolver del trabajo y de esta asignación y no se puede descuidar nada".

Elegir a un funcionario con alto poder de decisión como responsable de cada punto de vacunación es una de las estrategias que la CDMX implementó para eficientar la aplicación de las dosis. Fue sólo uno de las ajustes que permitieron reducir los tiempos de espera de seis horas al inicio... a 40 minutos, actualmente.

A LO MACRO

Las primeras vacunas para adultos mayores se aplicaron el 15 de febrero en Cuajimalpa, Magdalena Contreras y Milpa Alta y el sistema se estructuró a partir de campañas de inmunización tradicionales, como influenza o sarampión. Hubo retrasos en la apertura, largas filas de espera bajo el sol y molestia porque los Servidores de la Nación del Gobierno federal pedían quitarse el cubrebocas a los beneficiarios para tomarles una foto.

Los tropezones de aquel día obligaron a replantear el modelo y a adelantar un plan que originalmente estaba reservado sólo para cuando llegara la Sputnik V: las sedes macro, asegura Eduardo Clark, director General de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP).

"Nos dimos cuenta que por la importancia de esta vacuna y la importancia que tenía mucha gente por aplicarse, era difícil esperar que pudiera transcurrir como un plan de vacunación normal", explica.

A partir de ese día se colocó a los funcionarios federales sólo en el área de registro y no se escatimó en desplegar refuerzos para que el personal de salud pudiera concentrarse única y exclusivamente en inyectar y vigilar las reacciones.

"Una macrounidad vacunadora puede aprovechar las economías de escala para trabajar prácticamente como una fábrica, con una velocidad más grande de entrada y una más grande de salida", compara Clark.

Reducir la espera permitió también erradicar la desconfianza que llevaba a la gente a formarse en las sedes muchas horas antes de que abrieran.

"Nos la tuvimos que ganar, mostrando los primeros días de que si le haces...

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