Acogen músicos alma purépecha

AutorErika P. Bucio

En el poblado michoacano de Erongarícuaro, en la zona del Lago de Pátzcuaro, un grupo de músicos lucha por preservar el legado musical de su región a través del Conservatorio Purépecha.

Un proyecto que aprovecha la técnica clásica para formar músicos, pero en lugar de terminar tocando a Rossini en una casa de ópera abordan su repertorio tradicional: sones y sonecitos -más lentos- además de danzas.

Aunque también estudian el repertorio europeo que tocan las bandas de viento de la región: oberturas y rapsodias, pasando por Mozart, Liszt o Verdi, y la ópera italiana del siglo 19, pero adaptada a la instrumentación de banda, además de piezas instrumentales breves, desde marchas y pasodobles, valses y polkas, hasta danzón y mambo.

Los alumnos, en su mayoría de origen purépecha, aunque no hablantes, estudian la lengua durante su preparación en el Conservatorio, así como leen desde el pensamiento de Aristóteles hasta el de Foucault.

Un modelo educativo singular, un experimento impulsado por Samuel Cedillo y Julián Martínez, sus fundadores, ambos músicos michoacanos egresados del Conservatorio de Las Rosas en Morelia.

"Nuestro modelo retoma la tradición que ya tiene un modo de transmitir el saber. Lo que nosotros hemos hecho es sistematizarlo", explica Cedillo, compositor.

En la tradición de la orquesta purépecha, por ejemplo, sus integrantes tocan y enseñan todos los instrumentos: vihuela, tololoche, violín, saxofón y clarinete.

Y se enfrentan, como en otros conservatorios, al problema de la deserción. Por generación llegan de 15 a 20 estudiantes, pero en el primer año deserta casi la mitad. Cuentan con uaaavvwna matrícula de 15 alumnos divididos en tres generaciones.

"Nuestra matrícula es pequeña porque los músicos tradicionales no están acostumbrados a estar en la escuela. Y, sobre todo en los músicos de banda, como tienen una tradición fuerte de lectura y escritura, siempre hay una intención de formarse, pero hay mucha migración a las escuelas de música clásica en las ciudades", responde.

Por otra parte, resulta difícil retener a intérpretes que ya trabajan con las bandas de viento, pues no entienden porqué han de permanecer tanto tiempo en formación.

Uno de sus objetivos es brindar a los estudiantes...

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