Acuerdo México-UE: La Europa de los contrastes
| Autor | Cecilia González |
Contradictoria. Con elevados niveles de bienestar, pero con una población vieja. Con altos índices de educación, pero prácticas discriminatorias a la mujer. Con pérdida de población económicamente activa, pero resistente a recibir inmigrantes. Conformada por 15 naciones, pero con problemas de identidad y reconocimiento incluso entre regiones de un mismo país.
Así es en gran parte la sociedad europea con la que México firmó el pasado 23 de marzo un acuerdo de libre comercio, que se traducirá en intercambios comerciales por 15 mil millones de dólares anuales.
Surgida en razón de las necesidades de apoyo económico entre los países europeos que después de la Segunda Guerra Mundial no siguieron el socialismo como forma de gobierno, la Unión Europea ha ido avanzando en su conformación. El año pasado llegó a un punto clave con la adopción del euro como moneda única por parte de 11 de los 15 países que la integran. Suecia, Dinamarca, Reino Unido y Grecia aún no han entrado a este proyecto.
De acuerdo con el Informe del Indice de Desarrollo Humano que cada año presenta el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los 15 países que conforman la UE están entre los primeros 28 con los niveles de calidad de vida más altos, de entre 190 que se analizan desde hace 10 años.
El informe del PNUD clasifica a los países en una escala que combina la esperanza de vida -que refleja la salud en general- con los niveles de educación y el poder adquisitivo.
La Unión Europea es rica, pero alberga una serie de contradicciones sociales que obligarán a estos países a encontrar caminos de transformación para asegurar su propia existencia.
Menos bebés, más ancianos
Para mantener al viejo continente hacen falta más nacimientos.
En febrero pasado, la Oficina Estadística de las Comunidades Europeas publicó el libro ¿Cómo somos los europeos?. Ahí se advierte que la población de la UE comenzará a decrecer en el año 2023.
Hoy, los 15 países de la Unión tienen una población de 374 millones de habitantes, con una esperanza de vida de 74 años para los hombres y 81 para las mujeres.
La tasa más baja de natalidad la tiene España, con 1.15 por ciento de hijos por mujer, cuando la tasa comunitaria es de 1.44. El análisis advierte que para reponer la población que necesita, la UE debe alcanzar un porcentaje de 2.1 hijos por mujer.
De no ser así, el primer país que dentro de ocho años verá decrecer su población será Italia, seguido de España, Holanda y Portugal.
Con más contundencia, el Instituto de Estudios de Prospectiva Tecnológica -uno de los ocho centros de investigación de la Comisión Europea- advierte en un estudio publicado también este año que con las tendencias actuales, en siete años comenzará a descender la población económicamente activa de la Unión.
"La UE tendrá una fuerza de trabajo vieja", señala el informe, el cual prevé que en el año 2010 la población mayor de 65 años se incrementará en 20 por ciento con respecto a 1995.
Para el 2025, añade, habrá 85...
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