'Adiós, Ecoloco'

AutorMarusia Musacchio

SAN FRANCISCO.- Eran las 8:25 horas cuando comenzó el ruido de los cláxones: primero uno, luego otro y otro más hasta formar una estruendosa sinfonía. Después llegaron los avisos por celular de CNN, AP y la BBC dándole a Joe Biden la victoria en Pensilvania y con ello la Presidencia. Comenzaron los gritos de alivio en el vecindario.

Mujeres en bata que abrían la ventana para celebrar, parejas de homosexuales que se abrazaban y lloraban, personas con sus perros que en el abrazo ajeno entendían el momento histórico que presenciaban: la pesadilla había terminado. O casi, pues el cambio de Presidente será hasta el 20 de enero.

"Beep, beep, beep" tocaban cada vez más fuerte los cláxones en el Castro, el vecindario universalmente conocido como la meca del movimiento por los derechos de los homosexuales. En las tiendas ocurría algo insólito: abrían sus puertas antes de las 9:00 horas, no para vender sino para recibir la algarabía de las calles. Mi hija de tres años no entendía por qué su madre la llevaba en el frío de la mañana a caminar en pijama en medio de la pandemia.

"¿Qué pasa, mamá?", me preguntaba bajo su cubre bocas. "Hoy es un día muy importante", le contestaba, "la gente le dijo a Trump, un señor muy malo, que ya no lo quieren". Me veía incrédula y después computaba la gravedad de mis palabras "¿Más malo que...el Ecoloco?". Sí, mucho más, le respondía mientras la observaba caminando y pensaba en los niños que Trump había metido en jaulas.

De la calle 17, 19 y 20 y llegaban familias hacia el cruce del Castro y la 18. Había familias homoparentales y familias compuestas...

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