Adiós al filósofo lúcido

AutorErika P. Bucio y Óscar Cid de León

El desterrado espera y desespera, podría poner fin a su desasosiego volviendo a la tierra perdida, pero sería una vuelta indigna. Una convicción de hierro que siempre acompañó al filósofo y poeta de origen español Adolfo Sánchez Vázquez, quien se negó a volver a su patria mientras permaneciera el franquismo.

Llegó a México en junio de 1939 a bordo del Sinaia junto con Juan Rejano, Pedro Garfias y Emilio Prados, quien lo inició en la poesía durante su juventud en Málaga. Nacido en Algeciras en 1915, siempre reconoció la hospitalidad del gobierno de Lázaro Cárdenas con el exilio español, del que se consideraba un superviviente.

Atrás quedó su militancia en las Juventudes Comunistas, como parte de su temprano compromiso político e ideológico con el socialismo, y su paso por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid con maestros como José Ortega y Gasset y José Gaos.

En su obra, que abarca disciplinas como la ética, la estética, la filosofía política, la filosofía de la historia y la crítica literaria, figuran textos fundamentales como Las ideas estéticas de Marx, Del socialismo científico al socialismo utópico, Filosofía de la praxis... Su libro Ética, publicado en 1969 y destinado a los estudiantes de bachillerato, suma más de 80 ediciones.

"Es un ejemplo individual de lo mejor del exilio español en México. En lo personal fue siempre un hombre generoso, a favor de los mejores ideales de justicia y libertad. Fue un representante, en la cátedra y en la acción, de un marxismo libertario en contra de la dictadura franquista. Siempre estuvo con las causas más libertarias", subrayó Luis Villoro.

Casi sin proponérselo, contaba, llegó a la filosofía. Aparcó la poesía y empezó a intentar esclarecer cuestiones de la práctica política.

"Fue un filósofo con un gran rigor, en términos de la sistematicidad, del análisis bien logrado y con una gran fundamentación. Eso da una consistencia y solidez a las ideas que puede parecer dureza (...) pero tenía una gran capacidad para escuchar al otro", aseguró Gloria Villegas, directora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Sánchez Vázquez le dijo a la periodista Elena Poniatowska: "Soy muy crítico de las sociedades llamadas del socialismo real, pero no renuncio. Sólo que yo al marxismo le llamo de proyecto liberador, de proyecto emancipatorio, de camino para una transformación de la sociedad".

Peleó de manera abierta y valiente contra la ortodoxia y, cuando fue derrotado...

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