Un adiós soñado

AutorGuillermo Leal

Enviado

AGUASCALIENTES.- Ignacio Garibay dijo adiós a los ruedos cómo sueñan los toreros.

Dos orejas, una emotiva faena y el grito de "¡torero, torero!", en una plaza emblemática que ayer se le entregó.

Con un agregado más, al lado de la figura francesa más destacada en la historia, Sebastian Castella quien también cortó dos orejas.

El adiós iba a ser insípido porque ninguno de sus dos toros de Barralva dejaron estar a gusto al queretano. Decidió entonces regalar un toro de Montecristo que fue perfecto para una faena templada, con clase y emotiva. La "Pelea de Gallos" y las "Golondrinas" acompañaron los muletazos tersos que logró Garibay quien acertó con tres cuartos de estocada, lo que no había hecho en sus dos toros del lote ordinario y así consiguió su último triunfo vestido de luces.

Un torero con...

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