Administra con éxito Panamá su Canal
| Autor | Luis Méndez |
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CIUDAD DE PANAMA.- A un año de cumplirse la entrega del Canal a Panamá por parte de Estados Unidos, todo parece ir sobre ruedas en esta nación centroamericana. Sin embargo, las gigantescas inversiones que deberá realizar el Gobierno panameño para garantizar la solvencia en los próximos años de la vía interoceánica, las protestas campesinas por una ampliación hidrográfica que acabará con cientos de comunidades rurales y que podría suponer un verdadero "atentado ecológico", y la percepción de muchos ciudadanos de que los beneficios del Canal no revierten en la población, son aspectos preocupantes que contrastan con el optimismo oficial que se extiende a lo largo y ancho del país.
"Sí, el canal es nuestro ahora, pero yo tengo la misma plata en el bolsillo y me la paso en el carro todo el día si quiero llevar algo de dinero a la casa, vaya, como he hecho siempre", nos comentaba un taxista panameño pocas horas antes de que la Autoridad del Canal (ACP) hiciera públicos los resultados del primer año de gestión completamente panameña, tras la definitiva retirada estadounidense (militar y administrativa), el 31 de diciembre de 1999.
Por lo pronto, a los máximos responsables del Canal las cuentas les salen redondas, empezando por los ingresos en concepto de peaje (dos dólares por cada tonelada) que en el último año fiscal alcanzaron los 574 millones de dólares, casi un 10 por ciento más que en el periodo anterior cuando los estadounidenses controlaban esta actividad.
También el tiempo empleado para cruzar de un océano a otro disminuyó un 10 por ciento, y las cifras son igualmente optimistas en cuanto al número de barcos de gran calado (Panamax), que en el último año eligieron esta vía para acortar distancias.
Héctor Alexander pertenece a la Dirección de Planificación Económica del ARI (Autoridad de la Región Interoceánica) que tiene su sede provisional en el antiguo Fuerte Amador, ubicado en la zona canalera en la que Estados Unidos mandaba a sus anchas y que acoge ahora a los civiles que gestionan la empresa con sus paredes repletas de enseñas panameñas, trajes típicos, distintivos nacionales y lemas patrióticos que hablan del primer año en el que la bandera de Panamá ondea en solitario en todo el territorio.
En cualquier caso, la diferencia entre la zona del Canal y los aledaños sigue siendo notoria. Desde la pulcritud de los edificios militares, pasando por las impecables viviendas del personal civil y militar, hasta el cuidado del césped...
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