Administración de Tecnología/ Programa de saber hacer
| Autor | Enrique Canales |
Tú puedes hacer un desarrollo tecnológico cuando aumentes tu capacidad al saber hacer más. Todo desarrollo tecnológico demuestra que hemos aumentado nuestra capacidad, pues logra hacer más cosas con más conocimientos y con mejor dirección.
La empresa no puede hacer desarrollos tecnológicos mientras sus gentes no aumenten su capacidad. No hay desarrollo tecnológico sin desarrollo humano, pero el desarrollo humano más sólido es el que cada quien se hace a sí mismo.
Si tu no planeas tu propio desarrollo humano, es decir tu propio desarrollo de tus capacidades, estás dejando en manos de otros la responsabilidad de tu crecimiento lo cual es incompatible, nadie te puede hacer crecer si tu no creces por dentro.
Nadie crece cuando es estirado desde afuera.
Para mí, la mejor forma de crecer es aumentando tu capacidad de saber hacer.
Estamos acostumbrados a hacernos una lista de pendientes o en tal caso de objetivos, pero en dicha lista casi siempre anotamos cosas que quisiéramos lograr, "cambiar mi coche", "conseguir mejor computadora", "bajar de peso", "visitar a mis tías antes de que se mueran", "comprar seguro de gastos médicos" y demás.
Estas listas de pendientes o de objetivos, están sin orden, son como las llamadas "listas de lavandería", sin embargo, mucho de nuestro futuro depende de nuestra capacidad para hacernos listas y programas para dirigirnos mejor sobre lo que deberíamos aprender a saber hacer para poder lograr algo más. Digamos que estamos dentro de la "administración de la ambición". Lo que pasa es que no tan sólo basta ser inteligente y tener conocimientos, también debemos aprender a domesticar a nuestra voluntad.
Muchos quieren soñar con llegar a ser directores de empresa y sin embargo no se saben dirigir a ellos mismos, ni siquiera saben hacer una lista de nuevos quehaceres, que les dé dirección, es decir, ruta de progreso a su vida profesional.
Nuestra lista de pendientes de hacer y lograr, nos sirve para contrarrestar la fuerza de las circunstancias que muchas veces son las dueñas de nuestro tiempo y así también nos sirve para dominar a nuestro capricho. Con la lista de pendientes, tratamos de programar a nuestra voluntad para que haga lo que le decimos. Vemos que de repente ya estamos a la mitad de abril y todavía no hemos avanzado nada en nuestros planes y programas para este primer semestre. El tiempo vuela mientras nosotros le damos vuelta al molino de siempre, moliendo las mismas preocupaciones y esperando que nos cambie...
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