Adolfo Aguilar Zinser / Derechos humanos y migrantes

AutorAdolfo Aguilar Zinser

El fenómeno migratorio no es ninguna novedad. En todas las épocas el ser humano ha tendido a desplazarse por distintos motivos, desde la búsqueda del sustento y el progreso hasta por razones climáticas o de seguridad. No obstante, lo que sí ha cambiado son las modalidades de la migración y el número de migrantes. En este sentido la globalización se caracteriza por un incremento exponencial de los movimientos de población en todas direcciones, pero principalmente de los países del sur a los del norte, de las regiones pobres a los países ricos. Actualmente no hay país que no se vea afectado por este fenómeno, ya sea como país de origen, de tránsito o de destino. Algunos incluso, como México, muestran las tres modalidades. Es lógico que en un mundo en el que circulan grandes cantidades de mercancías y capitales en todos sentidos, lo mismo ocurra con el flujo de personas. Así como la normatividad económica ha tenido que adecuarse a las nuevas tendencias de la globalización, lo mismo tendrá que suceder con la regulación del fenómeno migratorio.

Consciente de ello y preocupado por las dificultades que encaran los migrantes al abandonar su país de origen y probar suerte en otros destinos, México, junto con Marruecos, la India, Egipto, Argelia y la entonces Yugoslavia, promovió la negociación de una Convención que abarcara el tema de la protección de los derechos humanos de todos los migrantes, tanto documentados como indocumentados, y de sus familiares. En 1980 se constituyó en la ONU el Grupo de Trabajo de la Asamblea General, que presidió el embajador mexicano Antonio González de León (qepd), el cual redactó el texto de la Convención. Diez años después, tras intensas negociaciones para acomodar las preocupaciones de todos, la Convención se adoptó por consenso el 18 de diciembre de 1990. México fue el primer país en firmarla al hacerlo el 22 de mayo de 1991. Desde entonces nuestro país presenta todos los años, tanto en la Asamblea General como en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, una resolución en la que se exhorta a los Estados a adherirse y ratificarla. Paralelamente ha realizado campañas de promoción con el creciente apoyo de ONG y de diversas agencias de la ONU. Por ello, al impulsar la Convención, países como México no sólo buscan proteger a sus ciudadanos que viven en el exterior, sino reconocen que los trabajadores migratorios no son simples unidades económicas sino seres humanos con familias y, en consecuencia...

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