Afecta a artistas crisis económica
Autor | Sergio Raúl López |
La falta de indicadores para medir los índices de desempleo entre los artistas dificulta establecer cuánto ha afectado la crisis económica a este sector. Pero los testimonios y datos aportados por profesionales de la danza, la música y el teatro permiten referirse a un estancamiento o disminución de salarios y a una reducción de actividades en las instituciones culturales.
Una disminución del 10 al 20 por ciento en tabuladores del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), bailarines que pertenecen a cinco compañías simultáneamente, recitalistas que reciben honorarios de 10 mil pesos o menos por concierto, maestros de teatro que aceptan contratos en programas como La Academia para sobrevivir, son datos que remiten a la crisis que atraviesa el arte en México.
En sus estadísticas sociodemográficas sobre cultura y recreación, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) sólo incluye cifras de los visitantes a zonas arqueológicas, museos y bibliotecas, sin una sola referencia al consumo cultural o el empleo entre los distintos gremios de creadores.
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) trabaja actualmente con el INEGI en la elaboración de indicadores culturales; según el Programa de Cultura 2002, se trabaja en la definición de objetivos y en la metodología de la encuesta. De manera interna, el CNCA estableció a finales del 2000 una lista de 26 indicadores para medir sus logros y avances, que incluye cifras como el público asistente a actividades culturales, y los estímulos a la creación artística.
En México, como en la mayoría de América Latina, no existen indicadores para medir los índices de ocupación o empleo de los artistas. También se carece de un censo y un mapa de la distribución de los creadores en los estados, señala Lucina Jiménez, directora del Centro Nacional de las Artes y especialista en política y gestión cultural.
"Algunas posibles fuentes de que se dispone serían las bases de datos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, ya que los becarios deben documentar su trayectoria para hacerse merecedores de los apoyos".
Para Jiménez, la dificultad de medir el empleo en este sector se debe a que el artista no es considerado un asalariado sujeto a una relación laboral estable, sino un "agente libre" que produce obra destinada a circular en el mercado público o privado.
Tabuladores bajos
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