AGENDA CIUDADANA / Estamos en el 38 y vamos a 1910

AutorLorenzo Meyer

Durante la ceremonia del 78 aniversario de la expropiación de las empresas petroleras extranjeras en México, el director general de Pemex dijo: "La circunstancia que enfrenta Petróleos Mexicanos hoy es similar a la de 1938". Y quizá tenga razón, hoy, de varias formas, estamos en el equivalente del 38 y vamos de regreso a 1910.

Una manera de explicar dónde nos encontramos en materia petrolera es enfocar el presente desde la perspectiva de la trayectoria recorrida antes y después de 1938. Si nos colocamos en una posición que nos permita observar toda nuestra historia petrolera, desde su despuntar al inicio del siglo XX hasta la actualidad, podremos constatar que esa trayectoria ya tomó la forma de una elipse a punto de cerrarse. En su extremo avanzado, la elipse llevó a la industria nacionalizada muy lejos pero ahora está de regreso a una posición cercana a la que tenía en 1938 donde se juega la esencia de su naturaleza. De seguir por donde va, dentro de un tiempo estará en una posición muy similar a la que tenía en el Porfiriato, cuando estaba dominada por capital privado y externo.

· LA TRAYECTORIA

En México, el gobierno porfirista optó por llevar a cabo una "reforma estructural" en materia de hidrocarburos para dejar la propiedad del petróleo en manos de particulares extranjeros. Ellos deberían desarrollar esa nueva rama económica guiados por la ley de la oferta y la demanda de un mercado que primero fue nacional pero pronto mundial.

La Revolución Mexicana no tardó en advertir que la renta petrolera -la diferencia de lo que cuesta extraer el combustible y el precio al que se vende- le dejaba muy poco a México y se empeñó en otra gran reforma: la nueva constitución -la de 1917- le retornó a la nación la propiedad originaria del petróleo, le dio al Estado la base para demandar un aumento en los impuestos y, 21 años después, una base sólida para nacionalizar la industria.

En la segunda mitad del siglo XX, la constitución y la expropiación permitieron a México tener una gran empresa pública en el centro de su política industrial y resistir las presiones para que la actividad petrolera se amoldara a la ortodoxia capitalista según las reglas de la Guerra Fría.

· EL GRAN VIRAJE

Pese a la corrupción de su sindicato y su dirigencia, Pemex funcionó como apoyo al "milagro económico mexicano" de entonces. Sin embargo, la coincidencia de la explotación del megayacimiento de Cantarell -1979- con la crisis del modelo económico y político imperante llevó...

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