AGENDA CIUDADANA / La Guerra Fría y la del narco se enlazan

AutorLorenzo Meyer

Esta columna se congratula de volver a tener la ilustre compañía de Miguel Ángel Granados Chapa y su Plaza Pública.

La Guerra Fría

Para nuestra desgracia, resulta que la Guerra Fría sigue teniendo consecuencias en México. Una de ellas es la mentalidad que creó en la derecha -el tema panista de "un peligro para México" para enfrentar a la izquierda en la campaña electoral de 2006 es anticomunismo puro readaptado a la coyuntura- y otra son los kaibiles. Se trata de esos soldados guatemaltecos entrenados para hacer de la guerra irregular y la brutalidad extrema una forma de combatir a la guerrilla de izquierda en los 1970 y 1980 y que hoy, desempleados, están siendo reclutados por los narcotraficantes mexicanos.

Ninguna guerra termina cuando se firma un armisticio o su equivalente; sus efectos perduran. Ese ha sido el caso de la Guerra Fría que se inició antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial y que involucró a las dos superpotencias que habían vencido a El Eje: Estados Unidos y la Unión Soviética y a sus respectivas ideologías: capitalismo y socialismo. El choque fue realmente global; ningún rincón del planeta quedó a salvo. En tanto guerra, la fría nunca se libró directamente entre las potencias porque ello hubiera significado su mutua destrucción, el choque fue indirecto y con armas convencionales en el ancho mundo periférico: Corea,

Vietnam, Cuba, Congo, Angola, Centroamérica, Afganistán y en numerosos levantamientos, golpes militares e intervenciones encubiertas en política partidaria, movimientos de liberación nacional, sindicales, campesinos, estudiantiles, religiosos y muchas otras actividades.

El movimiento nacionalista de renovación política y transformación social que se inició en Guatemala bajo las presidencias de Juan José Arévalo y Jacobo Árbenz, terminó abruptamente en 1954 con la insurrección del coronel derechista Carlos Castillo Armas, auspiciada directamente por Washington y que buscó el retorno al status quo. La reacción a ese violento giro a la derecha desembocó en una prolongada guerra de guerrillas que se agudizó cuando la izquierda urbana pudo finalmente entrar en contacto con comunidades indígenas e incorporarlas a su movimiento.

El Kaibil

En 1974, el Ejército guatemalteco creó un centro de adiestramiento para fuerzas especiales que al año siguiente fue nombrado Escuela Kaibil, en honor de un guerrero de la etnia Mam que nunca fue capturado por los españoles. En su tesis doctoral "Los pelotones de la muerte...

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