AGENDA CIUDADANA / El 'Estado de intrusión'

AutorLorenzo Meyer

Falsa preocupación

Los cables enviados por la embajada de Estados Unidos en nuestro país a finales del año pasado en torno al problema creado por el narcotráfico, y filtrados por el portal WikiLeaks, reafirman que el mundo internacional se sigue rigiendo por las duras reglas de la política del poder.

Antes de partir rumbo a Argentina y ya desatado el escándalo provocado por las filtraciones de miles de cables diplomáticos de y para algunas embajadas y consulados de Estados Unidos en el mundo, Felipe Calderón declaró: "Me preocupa el espionaje de los americanos, que siempre han sido muy entrometidos, y también me preocupa lo que hayan dicho. Pero de nosotros, realmente, ¿qué podrán decir?" (Reforma, 3 de diciembre). Pues resulta que esos "entrometidos" sí tienen qué decir sobre México y su gobierno, aunque nada realmente novedoso: no sorprende que la embajada norteamericana confíe más en la Armada mexicana que en el Ejército, que la estrategia de Calderón contra el narcotráfico pudiera resultar fallida si en 18 meses (que se cumplirán en marzo próximo, según la fecha del documento) no da resultados efectivos, que el grado de violencia de los narcos es mayor que nunca, que varias presas en la frontera con Texas son vitales para la seguridad norteamericana, que las agencias de seguridad mexicanas son ineficientes y que necesitan de la ayuda norteamericana para ser efectivas, que a Washington le preocupan los efectos en Calderón de los reveses que ha sufrido (aunque la eliminación de Arturo Beltrán Leyva pudo haberle levantado el ánimo), que Sedena pidió suspender garantías en algunas regiones, etcétera.

Sin embargo, los cables también muestran que la "intromisión" norteamericana, inevitable en toda relación bilateral intensa y caracterizada por una gran asimetría de poder, ha sido también alentada por México. Lo que podemos llamar el "Estado de intrusión" en México nació de la incapacidad de sus autoridades para enfrentar por ellas mismas y con éxito al narcotráfico, y que la llamada "Iniciativa Mérida" es el marco perfecto para legitimar esa "intromisión". Y no hay que olvidar que, formalmente, esa iniciativa la propuso México. En suma, la queja de Calderón respecto a lo políticamente impertinentes de los vecinos del norte suena a falsa. Los entrometidos lo son más que antes porque con la Iniciativa Mérida se les dio entrada como corresponsables de una estrategia puesta en marcha para matar dos pájaros de un tiro: disminuir a un narco ya muy...

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