AGENDA CIUDADANA / La Matrioska en la migración indocumentada

AutorLorenzo Meyer

PROBLEMAS DENTRO DE UN PROBLEMA

Por lo que hace al caso mexicano, es larga la lista de problemas urgentes cuya solución depende de resolver antes otros problemas que los envuelven. La migración indocumentada de trabajadores mexicanos hacia Estados Unidos es muestra de un problema que, en el mejor de los casos, se puede administrar pero no resolver, pues la solución de fondo exige primero desenredar la maraña de complicaciones que lo cubre, producto de intereses muy contradictorios. El mismo razonamiento -para resolver un problema de fondo, antes hay que quitar otros, como en las matrioskas rusas- se puede aplicar también a la endiablada cuestión del narcotráfico, a la deformidad de la estructura social, a la baja calidad de la educación y a un largo etcétera.

Desde esa perspectiva, la política puede ser vista como un proceso de contradicciones y conflictos de intereses concatenados que se puede intentar manejar para no caer en la violencia, pero que difícilmente se puede resolver de raíz sino apenas hacerla tolerable mientras el tiempo saca a algunos de los temas del centro de la agenda para sustituirlos por otros, acaso también irresolubles, pero nuevos. Quizá ese sea el destino de la migración mexicana a Estados Unidos, aunque no faltan catastrofistas como George Friedman, director de un centro de estudios estratégicos (Stratfor), que predicen que el fenómeno se agudizará hasta desembocar en un conflicto violento -una guerra- entre México y Estados Unidos al final del siglo (The next 100 years, 2009).

EL ORIGEN

El flujo de mexicanos hacia el país del norte se inició en el siglo XIX por razones económicas. La construcción de ferrocarriles hacia el norte en el Porfiriato hizo que la propuesta de Sebastián Lerdo de Tejada -"entre la debilidad [mexicana] y la fuerza [norteamericana], el desierto"- dejara de tener sentido. El inicio del siglo XX combinó movilidad de la mano de obra y violencia revolucionaria en México con demanda de trabajadores en Estados Unidos y el fenómeno migratorio dejó de ser algo marginal. La Segunda Guerra Mundial y el Programa Bracero de 1942 institucionalizaron el flujo legal de trabajadores mexicanos a la agricultura y al tendido de vías férreas en Estados Unidos, pero también originó un flujo de trabajadores "sin papeles". Cuando en 1964 se dejó expirar el acuerdo de braceros, ese movimiento de trabajadores indocumentados continuó y, con altas y bajas, se mantiene.

¿Cuántos mexicanos se encuentran sin documentos...

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