AGENDA CIUDADANA / Sicilia o el poder del discurso

AutorLorenzo Meyer

·La lucha por la legitimidad

En los últimos cuatro lustros, dos son los discursos políticos que han tenido un gran impacto en México e incluso fuera, por su capacidad de condensar los agravios de una parte significativa de la sociedad: el de los rebeldes que formaron el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el que hoy está construyendo el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD). El diagnóstico y el memorial de agravios formulados por el EZLN y el MPJD despiertan el interés y solidaridad de muchos -y el odio de algunos- porque contrastan de manera radical con la forma y el contenido del discurso gastado, irrelevante y sin credibilidad, de quienes gobiernan al país: políticos, empresarios, diplomáticos extranjeros o dirigentes religiosos.

El discurso del EZLN de los 1990 estuvo acompañado del uso de las armas, aunque éstas fueron pocas y nunca decisivas (para auténtico reto armado al gobierno, el de los ejércitos del narcotráfico). El verdadero daño al salinismo y al régimen priista lo causaron las palabras y acciones simbólicas de los insurgentes. Desde el gabinete de Zedillo alguien se mofó del EZLN calificándolo de "guerrilla de internet", sin entender que justamente ahí residía su inteligencia y auténtica fuerza, en los argumentos éticos, sociales e históricos con que desnudó la pobreza y falsedad del discurso tecnocrático neoliberal -ese que se autodenominó "liberalismo social" para traducir y hacer aceptable su dureza y su sumisión al "consenso de Washington".

Nadie, desde las alturas del gobierno, partidos, gran empresa o de las otras arenas de lo establecido, pudo rebatir con eficacia las acusaciones de los rebeldes indígenas chiapanecos.

Desde el inicio el EZLN eligió el campo y llevó la iniciativa de la discusión con que enfrentó al gobierno: el agravio centenario de las comunidades originales de México. Con su famoso documento en torno "¿De qué nos van a perdonar? ¿De no morirnos de hambre? ¿De no callarnos en nuestra miseria?..." del 18 de enero de 1994, el neozapatismo puso de su lado a una parte importante de la sociedad mexicana e internacional, y el gobierno de los tecnócratas no pudo usar a fondo su superioridad armada para aplastarlos. Hace tiempo que el EZLN fue aislado por un cerco político-militar y ha dejado de estar en el centro de la discusión política mexicana, pero sobrevive, no se le puede destruir, y lo que aún le sostiene es la fuerza de su discurso.

A diferencia del EZLN, el vigor del...

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