La agricultura mexicana puede ser un bien negcio para todos

Existe una conciencia respecto de la capacidad real que tienen el planeta y los países para satisfacer la demanda de alimentos, así como una mayor preocupación acerca de los costos ambientales derivados de la producción.

Cuando uno revisa el contexto, lo primero que nos viene a la mente es el enorme desafío de asegurar las condiciones que permitan aumentar la producción de alimentos para satisfacer las necesidades de una población mundial que se estima llegará a 9 mil 800 millones de habitantes para el año 2050.

Según los expertos, la porción más importante de "la garantía alimenticia global" no provendrá de África, de Asia, o de la Unión Europea, sino que recaerá en el Continente Americano y, sobre todo, en los dos polos productivos más notables: Estados Unidos y Canadá, por un lado, y Sudamérica, por el otro.

·MÉXICO SERÁ UN JUGADOR DE NICHOS

Villalobos comparte que desde su posición como titular de la SADER, y como un mexicano que ha dedicado más de 40 años a estudiar, investigar y trabajar en pro del desarrollo del sector agropecuario nacional, su mensaje a los agentes económicos y a las organizaciones gremiales relacionadas con el sector, es el de subrayar la gran oportunidad que tiene México de jugar en las ligas mayores de la producción de alimentos. "Para lograrlo será necesario que tanto el gobierno como el sector privado sumen esfuerzos e inversiones. Si eso sucede, no tengo la menor duda de que México llegará a ser uno de los países más importantes como proveedor de alimentos".

Hoy en día México cuenta con cierto equilibrio productivo en términos de su balance comercial agropecuario con el exterior.

Por una parte, es relativamente deficitario y dependiente de las importaciones de algunos granos, pero es autosuficiente y superavitario en una amplia variedad de productos como las hortalizas y frutas tropicales y de clima templado.

Aunque México no es una nación con extensiones de tierra y disponibilidad de recursos hídricos para convertirse en productores de muy amplia escala como Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina, su gran diversidad biológica y climática sí le permite ser competitivo en diversos nichos de productos que son originarios, o que se producen en el país, que gozan de una demanda creciente y de condiciones de mercado muy favorables para ser aprovechadas a través de esquemas de producción de alta tecnología.

Entre esos nichos de productos se encuentran casi todas las hortalizas y los productos frutales, que pueden ser exportados frescos o industrialmente procesados.

México es competitivo en la exportación de productos agroindustriales, como la cerveza, el tequila, los jugos naturales, el azúcar, la confitería, productos de panificación y algunas conservas alimenticias, así como jitomates, aguacates, limones, miel de abeja, chiles, brócolis, coliflores, espárragos, pepinos, frutos rojos (berries) y ganado bovino; productos en los que México se ubica entre los cinco mayores exportadores a nivel mundial.

Existe un grupo alimentario entre los que se encuentran el cacao, el café, la vainilla, el chocolate, el amaranto, el mezcal, la carne de ganado bovino y porcino, productos del mar, como el atún y el camarón, algunos derivados lácteos y otros frutales, como papayas, mangos, melones y nueces, que tienen una gran proyección de crecimiento en sus mercados y por lo mismo un alto potencial para hacer negocios y posicionar a México...

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