Aguardan por clientes

AutorSamuel Luna

El primer cuadro de la Ciudad ha visto pasar un sin fin de personas y manifestaciones, al igual que trabajadores que día con día se colocan al rededor de la Catedral para ofrecer talachas.

Sin importar el sol o la lluvia, la necesidad de trabajo es la que ha mantenido por años a talacheros que por temas de salud y edad han tenido que dejar las grandes construcciones para dedicarse a actividades menores.

Alfonso González, de 52 años, lleva 48 años ejerciendo el oficio de la albañilería y temas respecto a la construcción, de los cuales 22 años se ha colocado en el mismo círculo marcado con pintura amarilla por la Secretaría de Previsión Social de la Alcaldía Cuahutémoc, la cual expide un gafete de identificación para los trabajadores con vigencia de un año.

"No tiene ningún costo pero hay que realizar el trámite anualmente para que nos den autorización de colocarnos", explica Alfonso.

Desde la devaluación del peso, en el año de 1994, es cuando el trabajo bajó de manera importante y no ha vuelto a tener la misma solicitud, recuerda Alfonso, quien cuenta que antes era común hacer casas y no sólo trabajos de remodelación.

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