Agustín Aragón Leyva: Letras del buen comer

AutorAdriana Durán

Uno de los hombres mexicanos que aportó sus conocimientos gastronómicos a través de su profesión, el periodismo, fue Agustín Aragón Leyva, prueba de ello son las publicaciones, la promoción culinaria y los banquetes que preparaba para amigos y vecinos en la colonia Santa María la Ribera.

Él habitó la casa de la calle Doctor Atl 215, antes llamada Pino, en esa colonia de tradición.

"Agustín Aragón Leyva no nada más tenía el gusto por la cocina, también era un erudito del positivismo con la biblioteca más completa de Latinoamérica.

"Siempre mostró su amor por la gastronomía y más por la comida mexicana ", explica Alejandro Céssar Rendón, asistente del desaparecido sibarita.

Uno de los libros más importantes de cocina que el periodista introdujo es Diccionario de Recetas de Cocina, Repostería, Helados y Bebidas, editado en 1942 en dos tomos, donde se muestran las tendencias de ese momento en la cocina mexicana.

Fue uno de los pioneros de la crítica gastronómica con la participación semanal en su columna El Pan de Cada Día, publicada en el periódico Ovaciones.

Otra de sus actividades gastronómicas fue fundar la Academia de Gastronomía y Bromatología, ciencia que estudia los alimentos.

"Además colaboró en campañas para incrementar el consumo de productos pesqueros y del uso culinario del conejo ", comentan Puig y Stoppen, en una de las publicaciones editada por el Museo Franz Mayer: Historia de la Cocina Mexicana a través de sus Publicaciones.

Uno de sus platillos favoritos eran los chiles en nogada que cada 28 de agosto, día de San Agustín, degustaba para festejar su santo.

"Agustín contrajo nupcias con Nicte-Ha y tuvo dos hijas: Nicte-Ha y Kateri. Sus gustos gastronómicos eran compartidos por la mamá de su esposa, yucateca y auténticamente maya ", comenta Céssar Rendón.

Otro de sus gustos era asistir al Mercado de San Juan y comprar sus ingredientes. Si preparaba una comida de Pachuca, le gustaba ir hasta allá para comprar los ingredientes de la región. Además disfrutaba de los vinos mexicanos.

En los banquetes de las flores, agrega, hablaba de los 35 ó 38 tipos de flores comestibles, en especial la dalia. Luchó porque se considerara como una flor mexicana, con la que elaboraba sopa de dalias, una crema ligera a la que al final se le agregaban los pétalos al vapor.

También elaboraba tortas de colorín y de yuca, ensalada de claveles y mastuerzos, las semillas de esta última sirven como especia para sazonar guisos por su sabor parecido a la...

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