Alarma miseria de jornaleros

AutorAline Corpus

Corresponsal

SAN QUINTÍN, ENSENADA.- Hacinados en cuartos de lámina, sin electricidad, ni agua potable y sin acceso a médicos, es como viven jornaleros del sur de Baja California.

La mayoría son indígenas del sur del País que no cuentan con ningún documento de identidad, por lo que oficialmente no existen.

La zona agrícola del Valle de San Quintín comprende los poblados de San Quintín, Vicente Guerrero, Camalú y Colonet, donde se siembra fresa, pepino, repollo y calabaza, entre otros.

En un recorrido por los campamentos agrícolas Las Brisas, Francisco Villa y San Simón, se constató cómo padres e hijos conviven en cuartos de tres por tres metros, que esperan los camiones que les surten el agua en tambos y acuden a baños públicos.

Además, los jornaleros son forzados a comprar en las pocas tiendas que existen en el lugar, donde los precios no siempre son accesibles.

Dichos campamentos pertenecen a las empresas San Vicente Camalú y a ABC.

De acuerdo con testimonios, un jornalero gana en promedio 100 pesos al día por ocho horas de trabajo, no hay vacaciones pagadas, tampoco utilidades.

En ocasiones hay aguinaldos de entre 400 y 600 pesos, si es que el trabajador laboró todo el año y la mayoría cuenta con Seguro Popular.

María López López, de 36 años, quien ha laborado cortando pepino en un invernadero los últimos 11 años, vive en el campamento Francisco Villa con su esposo y sus hijos Otoniel, de 14 años y Edgar, de 11.

Ella es originaria de Paraíso La Reforma, Veracruz, y vino a probar suerte junto con su esposo.

Cuenta que tenía dos hijas más, pero fallecieron. De una de ellas nunca supo las causas del deceso.

Heidi falleció cuando tenía tres años, de ella sí que...

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