Albergan comercio informal

AutorDaniel H. Pérez

CHICONCUAC.- De ser uno de los pueblos productores y artesanales de suéteres y tapetes de lana más representativos del Estado de México, Chiconcuac se transformó en un centro de comercialización de ropa pirata.

Con 20 mil habitantes, este municipio alberga en sus calles a más de 7 mil locatarios, puestos semifijos y ambulantes, que ofrecen ropa de imitación a bajo costo, que atrae cada fin de semana a más de 10 mil clientes.

Literalmente, las ventas se hacen "en lo oscurito", pues los mismos vendedores recomiendan comprar al mayoreo entre las 2:00 y las 4:00 horas de martes o sábados en las calles Buenos Aires y Guerrero, que durante el día lucen desoladas, solamente adornadas por los esqueletos metálicos de los puestos semifijos.

En esas dos vialidades se pueden adquirir pantalones de mezclilla piratas "Oggi" o "Furor" en 150 pesos, o pants "Adidas" en 80 pesos, precios que representan entre un 60 y 150 por ciento más bajos que el que tienen las marcas originales.

"Me vienen a comprar hasta de Tepito, porque tenemos los mejores precios, calidad y diseños", afirmó una vendedora de mezclilla de Grupo Charada, empresa con domicilio en Nezahualcóyotl, "es mejor aquí que vender en Neza o Tepito, porque es muy tranquilo, hay mucho comprador y estamos cerca de la ciudad".

"En esas calles la mayoría de los locales sólo abren de madrugada los días de plaza (sábado y martes) para la venta al mayoreo", afirmó Sergio Delgado, uno de los pocos locatarios con permiso para vender la marca Levi's.

Los comerciantes cuentan que la tradición de trabajar la lana comenzó a perderse hace siete años, cuando llegó un grupo de coreanos a vender ropa de contrabando, aunque se fueron dos años después por los operativos y decomisos.

Gilberto Delgado, dueño de Estambres Ardillita, uno de los locales más antiguos, recordó que la llegada de la mafia coreana terminó de agravar la economía de Chiconcuac.

"En una ocasión llegaron unos coreanos con un maletín lleno de billetes, ¡que en cuánto les vendía mi local! Me sorprendió pero no estaba ni está en venta", recordó Delgado, "también nos quitaban a las vendedoras, mientras nosotros les pagábamos 45 pesos, ellos les daban 100".

Aunque las autoridades municipales reconocen que algunos productos podrían ser ilegales, se dicen impedidos para intervenir.

Lucio Zacarías, director municipal de Comercio y Vía Pública, aceptó que existen más de 300 puestos sin permiso, y aclaró que no pueden realizar operativos para confiscar...

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