Alegría contra desempleo

AutorJulieta Riveroll

Los licores de guayaba y maracuyá de doña Paula Espinosa pusieron de buen ánimo a más de uno de sus clientes.

Fue un éxito la venta de chiles en nogada, tacos de marlin y machaca que la señora de 78 años preparó para la presentación del calendario 2005, en el que aparece fotografiada por Frida Hartz como una de las 12 mujeres que sin un empleo formal busca la manera de sobrevivir en la Ciudad de México.

Sin autocompasión ni discursos contra ellos, la mayor parte de las retratadas celebraron la publicación No me gustan las manzanas. Si yo hubiera sido Eva, seguiríamos en el paraíso en el callejón de San Ignacio, junto al Colegio de las Vizcaínas, la noche del viernes.

Menos clientes consiguió Lidia Alvarez con el árnica, el suplemento alimenticio de xoconostle y otros remedios medicinales que ofrecía en su puesto.

Las playeras diseñadas por la restauradora Miriam Cabrera también gustaron, especialmente las que reflejan parte de su historia personal: un esqueleto con la cara redonda y las costillas fracturadas, resultado de una caída de 10 metros de altura.

La propuesta del calendario fue de Pilar Muriedas, directora de la asociación Salud Integral para la Mujer (SIPAM) y del estilista Diego Sexto, dueño de la Peluquería Itinerante. El festejo incluyó venta de mercancías, performance, repartición de condones y una clase abierta de ballet.

Con los brazos...

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