Aleks Syntek: Sin etiqueta
| Autor | Haydé Murakami |
Aunque su música recibe la influencia de los músicos a los que admira, Aleks Syntek siempre suena a Aleks Syntek, y este fenómeno es aún más raro cuando se mira con atención. El músico parece haber descubierto una puerta intermedia entre lo comercial y lo culto, entre lo serio y lo divertido, entre lo espiritual y lo mundano.
Tras diez años de trayectoria musical Aleks está mejor que nunca, y para demostrarlo vuelve al Auditorio Nacional y promete un espectáculo diferente, lleno de buenas rolas y buen humor. Ahora sin "la gente normal", Syntek recordará con el público algunos de sus viejos éxitos, pero también presentará su nuevo material, De Noche en la Ciudad.
Un Syntek más relax
"En ocasiones he sido complaciente, y en otras he tratado de exigirle un poco más al público para que se adentren en una canción. Mi música sólo pide identificación. Si tú escuchas una canción que sólo dice 'pasito pa'delante, pasito para atrás', y te identificas con eso quiere decir que tu vida es completamente banal".
Instalado en una onda retro, y con más de cien mil copias vendidas, De Noche en la Ciudad es un disco que, según él mismo, deja ver más del Aleks Syntek "músico, poeta y loco", pues confiesa que tras dejar a La Gente Normal, se permitió hacer cosas más divertidas.
"Si en algo me influía mucho la tendencia que tenía mi grupo", explica el compositor, "era en mantener una postura más de culto. Con este disco he logrado sacar ese lado humorístico que traigo dentro, un lado que es muy mío y muy honesto y que me ha reconciliado con el público. Ahora me siento más yo".
"Sexo, Pudor y Lágrimas" se convirtió en la llave maestra que le ganó la atención, el respeto y las oportunidades que aún le hacían falta a su carrera. Aunque Syntek asegura que sigue en la búsqueda de nuevas formas de decir y arriesgar con los temas que ahora le preocupan, abordándolos de maneras distintas.
"En realidad en mis canciones trato de hacer un análisis sobre el comportamiento humano, ésa es mi manera de profundizar, de salirme de lo rutinario, no solamente hablar de amor, de 'te quieros' y felicidad. De repente tengo canciones en este disco como 'Karma Mortal', donde hago una denuncia al gandalla y advierto que nuestras actitudes negativas se nos regresarán.
"Pero tampoco quiero ser moralista", aclara, "me chocaría caer accidentalmente en un dictaminador de moral. En la canción de "Sólo Buscamos" satirizo un poco el Juicio Final, donde Dios sabrá si hiciste bien o mal, como si...
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