Aleph Cero / Cocina cósmica

AutorShahen Hacyan

Según la teoría de la Gran Explosión, las primeras estrellas y galaxias se formaron cuando la materia del Universo consistía de un 75 por ciento de hidrógeno, un 25 por ciento de helio y apenas una traza de otros elementos químicos. Obviamente esta composición es muy distinta de la que se encuentra actualmente en la Tierra. ¿Cuál es el origen del carbón, oxígeno, hierro y tantos otros elementos de los que estamos hechos?

La respuesta está en las estrellas. Una estrella funciona como un gigantesco reactor termonuclear en cuyo centro los núcleos atómicos, inicialmente de hidrógeno y helio, se fusionan y forman elementos químicos más pesados, hasta llegar al hierro, que es el elemento más estable ante reacciones nucleares. Sin embargo, se necesita un mecanismo muy violento para expeler ese material y formar los elementos más pesados que el hierro. Ese mecanismo es la explosión de supernova, el destino de toda estrella que sea bastante más masiva que el Sol.

Cuando ocurre una supernova, la estrella explota literalmente como una bomba termonuclear y, durante algunos días, brilla tanto como mil millones de estrellas juntas. Casi toda la materia, ya procesada, es expelida al espacio para formar inmensas nubes de gas rico en nuevos elementos químicos. A partir de esas nubes se forman, posteriormente, estrellas, con sus planetas y hasta seres como nosotros (ver esta columna del 10/07/2003).

En promedio, en una galaxia como la nuestra, se deben producir varias supernovas por siglo, pero no son siempre visibles debido a la gran cantidad de polvo y gas que llena el espacio interestelar. Las últimas dos visibles ocurrieron en 1572 y 1604, y les tocó a Tycho Brahe y su discípulo Kepler, respectivamente, observarlas y estudiarlas, asociando así sus nombres a ellas. Después, la más cercana ocurrió en la nube de Magallanes, a 80 mil años luz de distancia y fue observada en 1987 (es decir, su luz nos llegó ese año, pero ya había empezado a viajar hace 80 mil años). Con suerte, quizás nos toque ver una cercana en este siglo.

Los restos de la supernova de Tycho acaban de ser identificados. La explosión ocurrió a una distancia de unos diez mil años luz, demasiado lejos para afectar de algún modo la vida sobre la Tierra. Aun así, era tan brillante que se veía a plena luz del día, según cuentan los testigos.

En 1999, un equipo de científicos de las Universidades de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR