Aleph Cero / La explosión de las estrellas

AutorShahen Hacyan

En 1604 apareció en el cielo una nueva estrella, tan brillante que podía verse a plena luz del día; perduró un par de semanas y luego se desvaneció lentamente. El gran astrónomo Johannes Kepler tuvo la suerte de poder estudiar el nuevo astro y asociar su nombre a él. Desde entonces no se ha vuelto a presenciar un fenómeno así.

Ahora sabemos que se trató de una supernova: una estrella que explota súbitamente, como si toda ella fuese una gigantesca bomba atómica. En 1987, los astrónomos presenciaron una supernova en la Nube de Magallanes, una pequeña galaxia satélite de la nuestra, situada a unos 80 mil años luz de distancia. Con algo de suerte, en este siglo nos podría tocar otra en nuestra propia galaxia, como la de Kepler.

La fuente de energía de una estrella son las reacciones de fusión nuclear en su centro. Los núcleos de elementos ligeros se fusionan entre sí gracias a las altísimas presiones y temperaturas que allí reinan, produciendo núcleos más pesados y liberando enormes cantidades de energía en forma de calor y radiación. La principal reacción es la transformación del hidrógeno en helio, que puede mantener una estrella brillando durante miles de millones de años. Cuando se acaba el hidrógeno, la estrella pasa a quemar el helio para producir carbón y oxígeno; este proceso puede durar un millón de años. Después, en las estrellas más masivas, el carbón también se quema y se producen sodio, neón, y magnesio; si las reacciones nucleares siguen, se producen oxígeno, azufre, calcio y argón. Finalmente, parte de estos elementos también son quemados para producir hierro. Siendo el hierro el elemento con el núcleo más estable, las reacciones se detienen y la estrella empieza a apagarse lentamente.

En las estrellas mucho más masivas que el Sol, llega un momento en que el núcleo central no puede aguantar más su propia gravedad y se colapsa. Se produce entonces una implosión seguida de una explosión que genera una onda de choque "tal como en las explosiones terrestre, pero a una escala muchísimo mayor". La onda de choque tarda un par de horas en llegar a la superficie estelar, fusionando núcleos a su paso, y toda la estrella explota como una bomba atómica, volviéndose tan brillante como un billón de estrellas y desparramando todo su material por el espacio intersideral. A partir de ese material, rico en elementos químicos cocinados en el interior estelar, se forman nuevas generaciones de estrellas, con sus planetas alrededor y quizá seres...

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