Alertan daño a chinampas

AutorAlejandro Ramos

La otrora riqueza natural lacustre con humedales y chinampas que distinguieron a Xochimilco y Tláhuac en la época precolonial ahora enfrenta el peligro de perderse, pues la contaminación de canales y el cambio de uso de suelo están urbanizando la zona de conservación.

Autoridades calculan que la mitad de las 40 mil chinampas que hay en las demarcaciones de Xochimilco y Tláhuac han perdido su vocación al ser urbanizadas para convertirse en viviendas, bodegas, canchas de futbol rápido o espacios para fiestas infantiles o simplemente permanecer abandonadas.

Para conocer con certeza cuántas chinampas han cambiado su uso de suelo, a finales de este mes se iniciará el levantamiento de un censo para determinar qué superficie ya perdió su vocación y qué estrategia de conservación se aplicará en las áreas no afectadas.

Así lo informó Gustavo Cabrera, Autoridad de la Zona Patrimonial Mundial Natural y Cultural de la Humanidad en Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, quien precisó que los trabajos sobre el censo los realizará personal académico de la UAM Xochimilco.

Mientas tanto, los estudios enfocados a la biodiversidad y a la calidad del agua de la región los harán el Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA) y el Instituto de Biología de la UNAM.

Cabrera dijo que todo el trabajo tendrá un costo de 10 millones de pesos y que esta semana firmará con las universidades el convenio de colaboración.

Se prevé que el trabajo académico de campo abarque 3 meses incluyendo el procesamiento de datos y después vendrán los programas de recuperación, que serán a largo plazo.

El reto se agiganta cuando al recorrer las chinampas de San Gregorio Atlapulco y San Luis Tlaxialtemalco, en Xochimilco, se comprueba que la urbanización anárquica ha destrozado el entorno natural.

El agua de los canales es oscura, pestilente, arrastran cientos de descargas del drenaje de las viviendas que sustituyeron a las chinampas, pero también llegan a los canales aguas negras del poblado de San Pedro Atocpan.

Además, la urbanización está cambiando la tierra, pues tiene alta salinidad debido a las descargas domésticas, y esto impacta en el suelo de las chinampas, ya que lo vuelve improductivo.

El mismo episodio se repite en Tláhuac: chinampas abandonadas, pocas cultivadas y otras ocupadas como bodegas, canchas de futbol rápido y áreas para juegos infantiles.

"Muchos ejidatarios ya no quieren trabajar la chinampa, sobre todo la gente joven que heredó la tierra, pues en lo único que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR