Alimenta inseguridad la 'familia muégano'

AutorGeorgina Montalvo

A pesar de que la unión de la familia mexicana se presume como orgullo nacional, especialistas en psicología advierten sobre los riesgos de la fusión enfermiza, pues el desarrollo personal de sus miembros podría verse limitado.

La "familia muégano", denominada así por su símil con el dulce típico mexicano, es positiva por la solidaridad que otorga a sus integrantes, pero también puede ser un núcleo nocivo cuando para éstos es normal subordinar sus intereses personales a los del grupo, alerta Maribel Nájera, terapeuta del Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia.

La incapacidad para tomar decisiones y construir un proyecto de vida propio es parte de la herencia que puede dejar el pertenecer a una familia así, advierte.

Los miembros de este tipo de familias suelen hacer todo siempre juntos, desde salir de vacaciones hasta cerrar filas para resolver los problemas de alguno de sus integrantes, independientemente de si éste pidió ayuda.

"Depender siempre de otros para salir adelante tiene la parte cómoda de que te protegen y te resuelven los problemas, pero, cuando por alguna circunstancia el apoyo desaparece, te das cuenta de que no tienes la competencia para salir adelante por ti mismo. Entonces, sufres ansiedad y depresión, no te valoras, y tu autoestima se reduce aun más", considera Rolando Díaz Loving, profesor de posgrado de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Sin decisión

Quienes pertenecen a este tipo de familias son calificados de egoístas cuando toman una decisión para bien propio sin consultar a todos los miembros del clan. Incluso aquellos que se animan a sólo imaginar qué sucedería si actuaran de cierta forma ante determinada situación podrían experimentar sentimiento de culpa, que se atiza si la familia los chantajea.

"Sienten que no pueden hacer nada sin el visto bueno de todos, y el solo hecho de imaginarlo los hace sentirse traidores.

"Por ejemplo, si el hijo se va de casa antes de formar una pareja, lo acechan con preguntas. Los cuestionamientos son ¡¿Por qué te vas?! ¿Qué te hemos hecho? ¿Ya no nos quieres? No se entiende que la persona necesita independencia e intimidad", señala Nájera.

También están quienes ya se casaron y sienten que no pueden hacer algo únicamente con su familia nuclear (pareja e hijos), como una fiesta o salir de vacaciones, porque piensan que es obligatorio invitar a la familia extendida (padres, abuelos, tíos, primos).

Esta limitación acaba con la seguridad de esa persona para tomar...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR