Los altibajos de la falda

AutorConcepción Delgado

La falda ha sido parte fundamental del guardarropa femenino, y del masculino en ciertas culturas, desde tiempos muy remotos.

Sin embargo, es a partir de que comienza a surgir dentro de la sociedad un fenómeno denominado moda que la falda empieza a sufrir una constante evolución que la lleva a adaptarse al cambiante estilo de vida de la humanidad para permanecer como una de las prendas de mayor presencia dentro del guardarropa de la mujer.

De acuerdo a Linda Flores Almada, directora del Centro de Estudios de Diseño y Arte CEDA, los grandes cambios que ha tenido la falda a lo largo de la historia han sido en cuanto a los largos.

"La falda ha tenido muchos cambios en el largo a partir de principios del Siglo 20. Estos han tenido que ser respetados por la sociedad, si es que quería estar a la moda", afirma Flores.

Las modificaciones de la falda comienzan a partir de finales del Siglo 19, cuando diseñadores como el inglés Charles Frederick Worth empiezan a liberar las prendas femeninas de las muchas restricciones que las acompañaban, tales como las estructuras rígidas y los polisones.

Una vez llegado el Siglo 20, las faldas son más cómodas y libres. Sin embargo, siguen siendo tan largas que no permiten siquiera un vistazo a los tobillos.

Una década después, en 1910 aproximadamente, el diseñador francés Paul Poiret presenta su creativa falda de huso, la cual era amplia en la cadera, pero sumamente estrecha en la parte de abajo.

Otra de las novedades de la falda es que el largo había subido un poco y ya permitía que la mujer luciera el tobillo.

La llegada de la Primera Guerra Mundial tuvo gran influencia en el dictamen del largo de la falda, ya que el hecho de que las mujeres tuvieran que salir de sus casas para ocupar los puestos de trabajo de los hombres contribuyó para que esta prenda se hiciera menos vaporosa y mucho más práctica.

"Las faldas se volvieron un poco más cortas, ya que era necesario que fueran más funcionales para permitir a la mujer trabajar cómodamente. Sin embargo, aún seguían siendo faldas largas", afirma la también diseñadora Flores.

Durante los años 20, el largo de la falda sube considerablemente, situándola justo debajo de la rodilla.

"Me he encontrado con cierta contradicción en cuanto al largo de la falda de esta época, ya que aunque unas cuantas piezas de literatura afirman que ésta se usaba por arriba de la rodilla, todas las fotografías que he visto de aquel entonces coinciden en que se usó por debajo de la rodilla...

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