La amante: Las razones de 'la otra'
| Autor | Alhelí Lara |
Los hombres casados son más interesantes; por lo menos así los ven algunas mujeres que gustan de las relaciones prohibidas y de los encuentros clandestinos.
El papel de amante implica aventura, riesgos e intereses. A veces también amor, aunque en tiempos como los que vivimos la soledad puede ser determinante.
Nadie acepta el reto sin obtener algo a cambio, como beneficios laborales, económicos o afectivos, menos cuando la mujer está consciente de que podría ser señalada socialmente como "la otra" y que, tarde o temprano, la soledad y los recuerdos volverán a apoderarse de su dormitorio, según la opinión de sexólogos y antropólogos sociales.
El rol de amante ha cambiado con el tiempo.
Hoy día, muchas mujeres se acuestan en la noche como en película francesa, seducidas o enamoradas, y se levantan al día siguiente como en película mexicana, llorando su soledad.
Ya no es como en los tiempos de Irma Serrano, quien llegó a las altas esferas del poder gracias a sus artes en el amor, su ambición y su belleza.
"En una fiesta conocí a un gobernador de Michoacán.
Me dejé seducir por interés, pero a la hora de la hora, ya en la cama, cuando empezó a acariciarme, sentí un vacío que me provocó náuseas. El comprendió mi situación y me dijo: 'jamás trates de hacer algo que no vaya contigo, no te confundas por dinero, mejor trata de conquistar con inteligencia a alguien que pueda solucionar tus problemas'.
"Tiempo después conocí a Gustavo Díaz Ordaz.
Yo quería conquistar al hombre más poderoso y él era un alto funcionario: como anillo al dedo.
Nuestro coloquio amoroso traspasó las cuatro paredes dentro de las cuales pasábamos horas muy agradables en los tiempitos libres que le dejaba su labor gubernamental".
Amante es el que ama, asegura, aunque no siempre le toque ser amado.
De acuerdo con la Tigresa no todo es miel sobre ojuelas, pues este tipo de amantes no dan la oportunidad de salir al cine o al teatro "colgadas" de su brazo ya que, dice, el tiempo es oro y hay que aprovecharlo en el dormitorio.
"Antes era una dependencia total, se creía que no podías vivir sola y te ibas de amante. Hoy es diferente, la mujer es más fuerte, más inteligente y lo hace por otras circunstancias, entre ellas, por baja autoestima, por soledad. Yo creo que una amante debe estar consciente de que el hombre no siempre la va a apoyar económicamente y debe estar preparada para vivir y mantenerse sola.
Pocos se hacen cargo de la amante o la llenan de lujos", agrega.
Irma Serrano...
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