Amiga, sindicalista, aliada y adversaria

AutorJorge G. Castañeda

Conocí a Elba hace 17 años, a principios de 1994. Desde entonces he mantenido con ella una amistad con los altos y bajos propios de cualquier relación entre personas de poder (el de ella de verdad y constante, el mío magro y efímero), que se ha reflejado en varios espejos: el personal, el político en general y el político-personal. La multiplicidad de los espejos corresponde al personaje: multifacética. Elba es, para los que la tratan de cerca, amiga, sindicalista, maestra y aliada o adversaria política. De estas varias aristas tratan estas líneas.

Conmigo ha sido una amiga solidaria, además de casera durante más de un lustro, cobrando una renta debajo del mercado pero suficiente para mantener las formas. En los momentos difíciles ha estado siempre presente, y hemos sido testigos comunes de encuentros y desencuentros con amistades o conocidos comunes. Sus ausencias, desapariciones prolongadas, reclamos sentidos y pequeños artilugios han llegado a desesperarme, pero jamás a provocar más que irritaciones pasajeras. Entiendo, sin embargo, que el círculo de sus amistades sea estrecho: no todos miran de lado o cierran los ojos ante repetidos plantones, tardanzas, pretextos y descortesías, por menores que terminen siendo.

He resumido mis opiniones sobre el personaje público en un libro reciente, Mañana o pasado: El misterio de los mexicanos (Aguilar, 2011), y reproduzco aquí el breve pasaje dedicado a Elba:

"De hecho, el sindicato más grande de Latinoamérica representó un pilar del sistema corporativista del PRI y luego un bastión de apoyo al nuevo régimen democrático panista electo en el año 2000. Lo dirige, como todo México sabe, una de las mujeres más sorprendentes, controvertidas y temidas en México, Elba Esther Gordillo, La maestra. Elba Esther escaló los peldaños del sindicato de maestros en los años setenta y ochenta, y se convirtió en la colaboradora más cercana y compañera del líder casi vitalicio, Carlos Jonguitud Barrios, a quien luego contribuyó a defenestrar en 1989. El entonces presidente Salinas de Gortari, al proponerse una limpieza cosmética de algunos de los sindicatos del sector público, la apoyó en ese esfuerzo. Ha dirigido el sindicato con mano de hierro y terciopelo desde entonces, en la gran tradición de otros líderes mexicanos (y estadounidenses y franceses e italianos y españoles). Gordillo fue una priista convencida y aguerrida; fue electa secretaria general en 2002 y diputada y senadora en varias ocasiones. Pero en 2003, cuando dirigía la bancada priista en la Cámara de Diputados y se alió con Fox para apoyar una reforma fiscal, fue expulsada del grupo parlamentario y del partido entero por el equivalente de alta traición.

"Elba, como le dicen sus amigos, formó su propio partido compuesto sobre todo por maestros. Obtuvo casi el 4 por ciento de los votos en 2006 y su respaldo a Felipe Calderón resultó decisivo. Fue recompensada con el nombramiento de su yerno como subsecretario de Educación Básica y de otros colaboradores cercanos en el ISSSTE, la Lotería Nacional y en algunos puestos menores. Después de la de Cuauhtémoc Cárdenas en 1987, ella ha orquestado la única escisión significativa del PRI, con ideas modernizadoras y orientadas hacia la democracia en el frente político, pero con una agenda educativa estrecha y en ocasiones contraproducente, y con una reputación de corrupción y excesos que la persigue. En la mayoría de las encuestas aparece como una de las figuras más impopulares del país.

"Elba Esther Gordillo es excepcionalmente seductora como política y excepcionalmente leal como amiga. Representa el epítome tanto de la debilidad como de la vigencia de la creatividad política mexicana, gracias a la vez a su terrible reputación y a sus ideas sorprendentemente modernizadoras y democráticas. Concentra todos los rasgos del carácter mexicano que hemos discutido y todas las realidades sociales que se han descrito. Cada mes, la Secretaría de Hacienda retiene las cuotas sindicales de 1.2 millones de maestros antes de transferir sus sueldos a los gobiernos estatales, quienes se encargan de pagarles. Ese dinero es depositado directamente en la cuenta de la dirección del sindicato, que responde ante el Comité Ejecutivo Nacional, que a su vez responde solamente ante... Gordillo. Según algunos cálculos -el gobierno se rehúsa a publicar cifras exactas- esto representa aproximadamente 10 millones de dólares al mes, o un poco más de 100 millones de dólares al año: su caja chica. La administra con magnanimidad exquisita y cabeza fría. Y echa mano de ella en ocasiones para sus propios gastos, que no son pocos: varias casas y penthouses en la Ciudad de México y sus alrededores, una supuesta casa de lujo en San Diego, bolsas de mano que las mujeres de Park Avenue matarían por tener, y uno, dos o tres jets...

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