Amores Secretos / El filósofo infiel

AutorGuadalupe Loaeza

El amor de esta semana ocurrió en tiempos de la guerra. Es un amor que se dio entre dos artistas. Y es un amor que terminó trágicamente.

Hacia 1940, el maravilloso escritor Albert Camus (1913-1960) se encontraba en París, recién llegado de su natal Argelia, en donde lo habían despedido del diario en el que trabajaba por motivos políticos. Luego de un tiempo de no encontrar empleo porque se lo impedía el gobierno argelino, decidió dejar a su joven esposa Francine Faure, y buscar la sobrevivencia en Europa. Al llegar a París, se relacionó con la Resistencia y se encargó del famoso diario Combat, en el que también participaban Jean-Paul Sartre y André Malraux. Fue precisamente entonces cuando Camus publicó su más célebre novela, El extranjero (1942), cuando el gobierno francés colaboraba con los nazis. Como se ha dicho en muchas ocasiones, esta novela habla del desánimo de una sociedad, habla de un hombre incapaz de construir valores éticos. Sin duda, Camus causó con su novela una inquietud enorme en toda Francia.

De un lado estaba la barbarie de los nazis, y del otro se encontraba la esperanza de la liberación, que por suerte se veía cercana, pues los aliados ya habían desembarcado en Normandía y se acercaban a París. Por entonces, Camus conoció en casa de su amigo Michel Leiris a una joven de lo más bonita y atractiva llamada María Casares, hija de Santiago Casares, ministro de Marina de la Segunda República Española. Cuando habló con ella se dio cuenta de que no sólo era inteligentísima, sino que además era muy sensible, y lo más interesante: era una admiradora profunda de sus obras. Claro que lo conocía, había leído, conocía El extranjero pero, sobre todo, se encontraba fascinada con su inteligencia. Eran dos personas atormentadas, inteligentes y solitarias. De algún modo eran dos extranjeros en París, de ahí que de inmediato se identificaran.

María le contó a Camus la historia de su familia, y cómo los franquistas llegaron al gobierno de La Coruña. El gobernador de la provincia, al tomar el poder, dictó lo siguiente: "El nombre de Santiago Casares Quiroga será borrado de todos los registros. Siendo indigno de figurar en el Registro Oficial de Nacimientos, que se lleva en el juzgado municipal, instituido para seres humanos y no para alimañas". En ese momento, María y su familia salieron exiliados de España. Como juró fidelidad a la...

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