Andrés Clariond Rangel / Escuela de rateros

AutorAndrés Clariond Rangel

La metástasis de la delincuencia en México parece no tener fin.

Como un caudaloso río, la criminalidad busca cualquier grieta para desmoronar el bordo que se interponga en su camino.

Si la extorsión se vuelve impráctica, los criminales se cantean hacia el secuestro; si el gobierno aprieta en ese delito, los malandros transitan al robo de automóviles.

El menú de la ilegalidad es vasto y el riesgo a sufrir consecuencias tras delinquir es mínimo. El país se ha convertido en una escuela de rateros con especialidades y zonas en dónde practicarlas.

¿Usted quiere ser secuestrador? Le recomendamos Tamaulipas. ¿A usted le interesa ser halcón? En Nuevo León se abrió una plaza.

A la amplia variedad de platillos delictivos se acaba de agregar el del huachicoleo: yo huachicoleo, tú huachicoleas, vosotros huachicoleáis. Una fechoría que, si bien ya tiene sus añitos, ha cobrado fama últimamente por su exponencial crecimiento y por los enfrentamientos que ha provocado entre quienes se benefician de ella y las autoridades.

Como en la mayoría de los delitos, la colusión del gobierno con los bandidos es indispensable para huachicolear: extraer la gasolina de los ductos requiere de información, conocimientos y equipo que sólo gente relacionada con Pemex puede proveer.

Con el cáncer del crimen expandido en toda la República son pocos quienes creen que algún día podremos retornar a los tiempos previos a Calderón. Tranquilos, calderonistas, no se alteren con la referencia a su santo patrono. Es cierto que él actuó de buena fe y que la misión de un Presidente es hacer guardar la ley.

Felipe fue un alumno machetero y aplicado, aunque con nulo criterio. Se sacó 100 en las preguntas de circular la respuesta correcta, pero 0 en las que debía elaborar la respuesta.

Su estrategia lo único que hizo fue acelerar la corrosión social. A lo mejor el país iba a acabar como está actualmente en 20 o 30 años, mas no en 10.

¿Les parece irrelevante haber tenido otros 20 años de paz? Pregúntenle a los niños que nacieron cuando Calderón entró al poder.

Pero de nada sirve ser recolectores de hubieras. Lo ideal sería analizar qué se puede hacer ahora, con el sexenio de Peña

Nieto por finalizar sin que haya existido un cambio de estrategia ni una mejoría en la seguridad de los mexicanos.

Desgraciadamente, las élites están muy preocupadas en lo que no deberían. Los políticos peleando el botín de dinero y poder que representa el Estado de México y los empresarios ideando cómo volver a...

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