Añejo de espíritu joven

AutorTeresa Rodríguez

Para Enrique De Colsa eso de "hablemos de tequila" es mucho más que el slogan de la marca a la que sumó sus talentos hace ya 19 años. En su presencia el destilado de agave azul se vuelve tema de conversación inagotable, le sobran relatos que despierten la sed de un buen reposado.

"Estudié ingeniería; no soy químico, como muchos piensan, soy industrial y, si trato de resumirlo de alguna manera no tan específica, la vida fue relacionándome con los líquidos", recapitula sobre su trayectoria.

Gasolina, aceites, perfumes, rones y cremas corporales anticiparon su llegada a la industria tequilera, en 1996; primero, a cargo de la destilería de un buen amigo, y luego bajo el paraguas de uno de los grandes nombres del tequila: Don Julio González.

Fue precisamente sobre los hombros de Enrique que Don Julio decidió dejar su legado -las fórmulas y su producción-, para anunciar su retiro en 2004.

"La ingeniería me puso en este camino, pero una vez que llegué aquí, me volví responsable de mantener la tradición y la calidad, de crear productos del nivel.

"Tuve que aprender esa pasión por las cosas bien hechas, porque Don Julio fue quien cambió la industria de un producto de muy baja calidad a uno reconocido en el mundo entero", admite De Colsa, quien llegó a una destilería donde se producían 8 mil litros diarios; hoy son 32 mil.

Más allá de tecnicismos y repasos a la denominación de origen, Enrique habla de su labor como un reto que implica asumir riesgos para crear algo diferente. La inspiración, según confiesa, surge tras alguna cata, una noche de insomnio o un par de añejos en las rocas, que es lo que le gusta beber habitualmente.

"La denominación de origen sí te limita a ir por un camino, pero tú sabes si lo andas en bicicleta, corriendo o descalzo. Creamos un montonal, por cada nueva etiqueta que hacemos, tiramos como 8 o 10 ideas a la basura", confiesa el ingeniero industrial.

El maestro tequilero ha participado en cuatro lanzamientos. El primero de ellos fue Don Julio 1942, que ideó aún en compañía del fundador de la marca. Tras catar distintos añejamientos, encontraron finalmente la intensa expresión de vainilla que buscaban.

"Hoy la gente lo conoce y lo adora, pero si nos...

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