Nombres, Nombres y... Nombres / Rechaza Ánfora contubernio con SE y su amparo para proteger producción de vajillas aquí
| Autor | Alberto Aguilar |
LA SEMANA PASADA ya le platicaba en torno al lío que recién se desahoga en lo que hace a las cuotas compensatorias para vajillas. Por un lado, Cerámica Santa Anita (Cersa), compañía de principios de los noventa y por el otro, Fábrica de Loza El Anfora, que es una de las más añejas en ese rubro.
Como recordará, Cersa, subsidiaria del Grupo Industrial Saltillo que llevan Juan Carlos López Villarreal y Ernesto López de Nigris, denunció que Economía habría violado la secrecía en el procedimiento para eliminar dichos gravámenes que datan de mayo de 1992. En esa ocasión fueron Nueva San Isidro, Prisma Cerámica y Locería Jalisciense quienes las solicitaron. Se prorrogaron en 1997 y para el 2002 era la fecha para otra extensión de 5 años.
Aunque Cersa primero solicitó continuar con los gravámenes para prevenir las importaciones de China, en septiembre del 2003 modificó su decisión. Consideró que pese a las barreras, las importaciones habían crecido y, lo que es peor, se había generado un aumento de precios en el mercado interno, lo que atrajo a productores de otros países, entre ellos Colombia, Ecuador y Brasil, desde donde se triangula con la mercancía asiática.
Su desistimiento ya no se pudo concretar porque El Anfora se amparó. Bueno, pues esta última firma que encabeza Hans Kritzler señala que su recurso ante los tribunales fue para impedir que Economía que lleva Fernando Canales Clariond eliminara las cuotas. La dependencia, añade, ya había tomado una decisión al respecto.
Su intención, dice, es protegerse junto con los productores que representan el 40 por ciento del mercado mexicano y que mantienen su convicción de seguir manufacturando en el país. Afirma que no es el caso de Cersa que simple y llanamente renunció para convertirse en distribuidor.
Se hace ver que Santa Anita solicitó primero que se mantuvieran las cuotas que se aplican a vajillas originarias de China, pero que después se dio cuenta que era mejor para ellos aliarse con los chinos, para importar desde ese país. Se estima que muy probablemente los de Cersa, que representan el 60 por ciento del mercado, consideraron que ya no podían competir contra los asiáticos.
Por lo demás, El Anfora rechaza cualquier tipo "de contubernio, ni alianza perversa" con ninguna autoridad y el haber recibido información confidencial del procedimiento.
En su óptica, tampoco los chinos participaron en la investigación, por lo que se considera que no es justo que la autoridad elimine las cuotas...
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