Angeles, diablos y sabor navideño

AutorEdgar Anaya

Alas de cartón forradas con plumas blancas, para el ángel; maquillaje rojo que embadurna la cara del diablo; túnicas de brillante satín para el grupo de pastores. Cómo olvidar las pastorelas que organizaban las vecinas de enfrente, cuando la calle, adornada con hilos en los que se colgaba heno y cajas que simulaban regalos, se cerraba con coches.

Entre dos árboles se improvisaba el telón, un gran foco en lo alto y algo de paja en el suelo asfaltado eran escenografía más que suficiente para disfrutar una ingenua pastorela de vecinos que era importante factor de convivencia y placer en las posadas. Sueño imborrable de la infancia.

Desde sencillas representaciones callejeras hasta fastuosos montajes en espléndidos conventos y en teatros; en escuelas, salones y atrios parroquiales, casas de cultura, reclusorios, palacios municipales o asociaciones de la tercera edad, las pastorelas siguen fortaleciendo la tradición navideña a la mexicana.

Bato y Gila contra Lucifer y su banda

Hecho en casa el vestuario y acondicionado en algún sitio el escenario lo que falta es un libreto para armar la tradicional pastorela -representación teatral con el tema del nacimiento del Niño Dios. Libretos hay tanto los escritos por algún vecino inquieto, por el sacerdote de la iglesia o por la maestra de la escuela, como de escritores profesionales o de anónimos pero de mucho tiempo atrás. Pastorelas de famosos también las hay, y célebre es por ejemplo "La noche más venturosa", del escritor mexicano de finales del Siglo 18 y principios del 19 Joaquín Fernández de Lizardi.

Todos los libretos son diferentes, pero todos son iguales: diferentes porque cada uno tiene ambientaciones, diálogos y versos propios, aunque el argumento general es el mismo: las peripecias, dificultades, vivencias de un grupo de pastores -que representan a la humanidad- en su encuentro con uno o más diablos que con engaños y tentaciones tratan de evitar que lleguen a adorar a Jesús recién nacido, hasta que aparece San Miguel, expulsa a los diablos y los pastores finalmente llegan al lugar de nacimiento del Mesías.

Ingenuas, festivas y alegres, la mayoría, las pastorelas esparcen hoy, con las actitudes de sus personajes -más allá de la exaltación de la fe cristiana, como recurso evangelizador que fue en un inicio-, mensajes siempre actuales, como resistir a las tentaciones que conducen al mal, fortalecer la tenacidad, la firmeza de decisiones, la solidaridad de grupo.

Personajes básicos de la...

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