Antigua ciudad nueva

AutorCecilia Núñez

Texto y fotos: Cecilia Núñez

Enviada

BILBAO, España.- Más allá de los destellos plateados del Guggenheim, de las novedades que se levantan a orillas de la ría y de los sorprendentes puentes, están los sitios tradicionales, los de siempre, que atestiguan los cambios urbanos y dotan de encanto y carácter a la capital de Vizcaya (Bizkaia, en euskera). Descubre cuáles son esos lugares y acércate con quienes los llenan de vida

ESENCIA BILBAÍNA PARA PORTAR

Tras los pasos de David Elexgaray, guía de viajes personalizados por el País Vasco, llego al Casco Viejo. Aquí se respira el pasado obrero y popular, mezclado con la íntima y encantadora personalidad de sus siete callejones empedrados, llenos de boutiques, tiendas gourmet, bares y cafecitos. Entramos al número 6 de la calle Víctor, la tradicional Sombrerería Gorostiaga, donde se elaboran sombreros y txapelas (boinas, en euskera) desde 1857.

Emilio Pirla nos recibe y, de buena gana, cuenta una historia que se extiende por tres generaciones de Gorostiaga y otras tres de Pirla. A finales del siglo 19, el abuelo de Emilio, Antonio Pirla (también hijo de sombrerero) comenzó a trabajar como ayudante del famoso hacedor de sombreros Fructuoso Gorostiaga, para convertirse, décadas después, en dueño del negocio.

"La época dorada fue en las primeras décadas del siglo 20, cuando esta prenda era, más que un accesorio, un símbolo de elegancia", cuenta Emilio.

"Nosotros seguimos haciendo sombreros de época, esos que no producen las fábricas; los hacemos a mano: bicornios de Napoleón, sombreros de copa o bombines, que ya no se usan más que en grupos de danza, festivales locales o de teatro y, por una que otra moda que va y vuelve; pero lo que más vendemos son las boinas".

Las txapelas Gorostiaga son muy solicitadas y, según dicen, las más elegantes del mundo.

Una plática

Emilio Pirla es uno de los últimos sombrereros que quedan en Bilbao. Nunca se quita la txapela y es un entusiasta de contar todo acerca de su pasión.

¿Desde cuándo estás a cargo, junto con tu hermano Iñaqui, de la sombrerería?

Desde 1983.

¿Cuánto se tardan en hacer un sombrero?

Entre una semana y un mes, pero ahora casi todos los sombreros de época los hacemos por encargo. Algunos valen mucho, porque llevan bordados de oro o plumas que cuestan más que el sombrero. Uno de pelo de castor, por ejemplo, cuesta 300 euros. Es que antes una persona llevaba un sombrero para toda la vida, los usaban en los eventos más importantes y luego, hasta la enterraban con él.

Si el sombrero pasó de moda ¿qué ha prevalecido?

En el País Vasco lo que se usa son las boinas. Todo el mundo tiene una. Son y serán la única cosa que aquí llevaremos en todas las circunstancias, la única. La boina ya se usa por...

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