Se apaga el sonido de la selva

AutorEsther Díaz

Foto: Jorge Delgado / Ilustración: Esteban Saldaña

ESPECIAL

Debido a sus altas tasas de deforestación, las selvas veracruzanas comienzan a quedarse mudas.

Especialistas que monitorean los paisajes sonoros han constatado que hay sonidos de especies que están comenzando a desvanecerse, pues, ante la pérdida de sus hábitats y el crecimiento de la mancha urbana, su población se está reduciendo.

"En el País no tenemos una evaluación oficial, pero, en Oaxaca, Chiapas y la península de Yucatán, aún podemos salir a grabar y no tenemos más ruidos que el natural. Veracruz, en cambio, debido a sus altas tasas de deforestación, ha perdido muchos de sus paisajes sonoros", apunta Fernando González-García, miembro de la Red de Biología y Conservación de Vertebrados del Instituto de Ecología, A. C. Xalapa, Veracruz.

"Quizá tengamos el 5 por ciento de lo que originalmente fue la selva tropical veracruzana. Aunque muchas especies de aves todavía existen, se encuentran en situaciones críticas".

González-García comenzó a estudiar y grabar a los pájaros en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, en 1982, cuando las grabadoras pesaban 10 kilos y era necesario cargar con una pesada antena parabólica. Hoy, su grabadora es de 100 gramos y la antena, de policarbonato, ultraligera.

A nivel internacional, Bernie Krause, músico y naturalista, ha viajado por el mundo recopilando los sonidos de los ecosistemas.

En su libro "The Great Animal Orchestra", el especialista estima que la mitad de las grabaciones que ha realizado en los últimos 40 años son, al día de hoy, archivos que no podrán repetirse.

"Poco a poco, la gran orquesta de la vida, el coro sonoro del mundo natural, se va quedando callado. Ha habido una reducción masiva en la densidad y diversidad de las criaturas vocales clave, tanto grandes como pequeñas. La sensación de desolación se extiende más allá del mero silencio", lamenta.

De acuerdo con González-García, en México hay muchas especies en peligro de extinción que pronto dejarán de escucharse.

"En Veracruz, por ejemplo, la paloma perdiz tuxtleña (Zentrygon carrikeri) se restringe a los bosques de niebla de la zona de Los Tuxtlas. El impacto de la deforestación aquí es muy fuerte, y, si no se toman acciones verdaderas para su conservación, podríamos dejar de escucharlos", dice.

"El colibrí cola hendida (Doricha eliza) tiene una distribución muy restringida a la parte central del Estado y vive en hábitats de pastizales y vegetación árida que están...

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