Aprender de los errores

AutorMaría Amparo Casar

De la historia, aun de la muy reciente, se puede y se debe aprender.

Una ayuda de memoria sobre el inicio del sexenio del presidente Fox puede ser de utilidad para el gobierno que está por comenzar porque todo Presidente está obligado a tomar un conjunto de decisiones que marcarán su futuro desempeño.

Si regresamos en el tiempo a los últimos meses del año 2000 y los primeros del 2001 podemos detectar un conjunto de errores evitables que de no haber sido cometidos o de haber sido corregidos, habrían mejorado las perspectivas de gobierno del sexenio que está por concluir.

Son errores evitables o corregibles porque dependen enteramente de la decisión del Presidente en turno y no de otros actores con los que tiene que interactuar en el difícil arte de gobernar.

Las condiciones en las que Fox asumió la Presidencia y Felipe Calderón la asumirá el próximo 1o. de diciembre guardan similitudes y diferencias.

Al igual que Fox, Felipe Calderón enfrentará un Congreso sin mayoría. A diferencia de él, la posición del PAN es relativamente mejor en el 2006. La proporción de asientos en la Cámara de Diputados es exactamente la misma que en el 2000 (41 por ciento) pero hay tres importantes diferencias. Primero, la distribución de asientos en esta Cámara beneficia al partido del Presidente pues los otros dos partidos grandes (PRI y PRD) no alcanzan juntos a sumar la mayoría suficiente para hacer aprobar siquiera una ley secundaria. Además, la dispersión de asientos en esa Cámara le da al partido del Presidente la posibilidad de armar distintas alianzas. Segundo, en el Senado mejoró sensiblemente su posición pasando de 35.9 a 40.6 por ciento de los asientos. Tercero, no hay manera de que la oposición en su conjunto le imponga al partido del Presidente una reforma constitucional pues toda ella junta no suma los dos tercios requeridos para ello. En este sentido el poder de veto del Presidente está garantizado.

En lo que respecta a la distribución del poder regional, la posición del partido en el gobierno es muy parecida ya que en diciembre del 2000 contaba con siete gobernadores y ahora en el 2006, con nueve.

En términos de la situación económica en la que se recibe el país las condiciones también son parecidas. Fox se benefició de haber recibido una economía en orden con las variables macroeconómicas controladas y así la entregará a su sucesor. Dos fines de sexenio sin crisis económica aunque con bajos niveles de crecimiento.

En lo que al ámbito político se refiere, la cuestión es más compleja. Además de un conflicto de la envergadura de Oaxaca que será heredado por el próximo mandatario, la situación postelectoral para Fox fue tersa mientras que para Felipe Calderón ha sido y promete seguir siendo complicada. Ni uno ni otro obtuvieron la mayoría absoluta de votos pero Fox contó con 43 por ciento de votos y una diferencia de 7 puntos porcentuales respecto a su principal contrincante, mientras que Felipe Calderón obtuvo 35 por ciento y tan sólo 0.5 por ciento de diferencia. Mientras que las elecciones del 2000 no fueron objeto de cuestionamientos serios, las del 2006 fueron materia de un litigio que duró formalmente más de dos meses, llegaron al Tribunal y el perdedor no sólo no aceptó su derrota sino que se ha declarado en oposición antiinstitucional permanente.

Finalmente, aunque ambos fueron llevados al poder por el mismo partido, Felipe Calderón está en mucho mejor posición pues no sólo es un político forjado en sus filas sino que fue su dirigente nacional, ganó las elecciones internas muy competidas y ha sido legislador y presidente del Congreso.

Hay pues elementos que nos llevan a pensar que Fox estuvo en una posición más ventajosa que Felipe Calderón y otros a concluir que este último estará mejor posicionado. En todo caso, Felipe Calderón se topará con restricciones semejantes a las que afrontó Fox.

Ya sea que enfaticemos las similitudes o las diferencias entre el año 2000 y el 2006 y las similitudes o diferencias entre las trayectorias y personalidades del presidente Fox y el Presidente electo, lo cierto es que Felipe Calderón tendrá que tomar muy pronto una serie de decisiones que marcarán el rumbo de su gestión. Son decisiones que no tienen que ver con políticas públicas específicas y siendo estrictos tampoco con una orientación del gobierno. Pero son decisiones que sí ampliarán o reducirán su margen de acción y que aumentarán o disminuirán su eficacia política.

  1. Conformación, diseño y manejo del gabinete

    Los...

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