Apresuran cargas de pipas en Tula

AutorHéctor Gutiérrez

Los trabajos a marchas forzadas y el esfuerzo del personal de la refinería de Tula han rendido sus primeros frutos: ayer, a diferencia del miércoles y el resto de la semana, se agilizó todo el proceso de suministro, por lo que desaparecieron las largas filas de pipas a la espera de cargar combustible.

Ya sean particulares o de la propia Pemex, los camiones cisterna, tras ser revisados por las fuerzas armadas, entran al lugar y a las pocas horas, que cada vez se reducen más, pues en la instalación ya empiezan a dominar la nueva dinámica de distribución, salen con la encomienda de llevar gasolina a las entidades con los mayores problemas de desabasto.

Sin embargo, a pesar de que afuera de la refinería las cosas se han comenzado a tranquilizar, como si no pasara nada y como si la capital o Guadalajara no estuvieran desquiciadas por la falta de carburante, dentro del recinto, narraron trabajadores, es la locura: jornadas de 24 horas de trabajo continuo, así como una constante y estricta supervisión del Ejército.

Sólo paran, dicen, para salir a fumar, tomar aire o buscar algo de comer entre los puestos de tacos de canasta o de guisado que hay afuera de la instalación.

A eso se suma, señalaron, que desde que elementos de la Policía Militar se hicieron cargo del recinto, ahora los tienen más vigilados, les ponen más restricciones para entrar al lugar de trabajo e, incluso, revisan todos los procedimientos laborales.

''No paramos y pues sí es algo cansado, pero a los únicos que nos pasan a perjudicar es a nosotros los trabajadores'', lamentó...

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