La Casa de los Arboles: Espacio dedicado a cuerpo y mente

AutorErnesto R. Lanz

Fotos: Ernesto R. Lanz

El reloj nos informa que llegaremos tarde al trabajo. Un vistazo por el retrovisor nos muestra una interminable fila de autos. Escuchamos el primer claxon..., le sigue otro hasta desencadenar un estallido ruidoso de impacientes conductores que parecieran aullarle a la ciudad. Empezamos a irritarnos, pues este bullicio al parecer durará por lo menos 10 minutos... ¿Qué podemos hacer?

Prendemos la radio en busca de algo que nos haga más llevadero el exasperante tráfico. Encontramos una frecuencia en la que se habla del suceso más reciente de la política mexicana. ¡Ya nos sabemos esa historia! Por ello, optamos por otra estación.

Ahora, mientras oímos indiferentemente los anuncios, un limpia parabrisas enjabona nuestro panorama, una gota de jabón comienza a resbalar como lágrima; en ella fijamos nuestra atención. Por un momento quedamos hipnotizados y sentimos que esa gotita contiene toda la pesadez del mundo, todo nuestro estrés.

Tenuemente se van haciendo presentes los rechinidos del limpia parabrisas que se entremezclan con los comerciales de la radio. De pronto, nuestra voz interior grita: "¡ya basta!, necesito un descanso, por lo menos dos días lejos de este caos".

Ignorar la ansiedad y la tensión puede ocasionar un desgaste en el sistema biológico y, a la larga, desencadenar enfermedades.

La ansiedad también puede desatar, además de los famosos dolores musculares, falta de apetito, insomnio, agotamiento e inclusive reacciones nocivas que alteran nuestras relaciones interpersonales y el rendimiento laboral.

Lo que hagamos por nuestra salud física y mental no representa un gasto, sino una inversión para nuestro propio bienestar. Los días de descanso que vamos postergando, a veces una semana, a veces un mes e inclusive años, es un mal para nosotros mismos.

Una alternativa de salud

Todas las sociedades con cierto grado de refinamiento han creado lugares para la recuperación y el equilibrio; romanos, turcos y aztecas integraron agua, fuego, tierra y aire en busca de estos propósitos.

En el medio han surgido múltiples ofertas para estimular el bienestar de cuerpo y mente. Un ejemplo digno de conocerse es La Casa de los Arboles, un spa ubicado en Zacualpan de Amilpas, Morelos.

A hora y media del tráfico y el alboroto del DF, este hotel-spa...

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