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Argonáutica / Cruyff

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Vincent
AutorJordi Soler

El pintor Alberto Gironella era hijo de una señora de Yucatán y de un señor que alrededor de 1920 dejó su natal Cataluña para refugiarse en México. No queda claro de qué se iba refugiando el señor Gironella, ni tampoco es imprescindible estar al tanto de sus motivos, porque a lo que yo iba es a contar que hace unas semanas, estando en el pueblo de Valle de Bravo, dedicado a actividades relativas al ocio y al solaz, me salió al paso un muchacho que, según un temerario cálculo que hice al vuelo, tenía que estar relacionado con el pintor Gironella.

Voy por orden: en 1961, saliendo de una exposición de Gironella en París, el escritor André Breton dijo: "es magnífico, es la demostración de que el Surrealismo no ha muerto". Por otra parte el pintor decía que era "un escritor frustrado" y luego pasaba a enumerar sus coordenadas biográficas: "llegué al mundo en 1929, el año del crack financiero, de la película El perro andaluz y del invento de la Coca-Cola".

En fin, hacía yo tiempo en el centro de Valle de Bravo, ese pueblo de casitas blancas y notable población indígena; bebía un café en la plaza mientras esperaba que llegaran los periódicos al quiosco, cuando tuve la ocurrencia de meterme a la iglesia porque a esas horas, las ocho y media de la mañana, era el único edificio donde había algo de vida y movimiento. Después de las diez llegan los turistas y la población indígena corre a refugiarse lejos de las kodak desechables, de las gafas oscuras, de las gorras con cuernos de diablo y de las camisetas festivas con leyendas mamarrachas.

Adentro de la iglesia se celebraba una ceremonia sincrética donde se le rezaba a Tonantzin. Estuve media hora sentado en una banca, a cierta distancia para no molestar, contemplando sus trajes bordados, sus trenzas y la manera oriental en que se dan la mano sin dársela, nada más acercándola a la del otro y haciéndole un breve roce en la palma con los dedos, un saludo de una levedad que me tenía intrigado, hasta que me fijé que enmedio de ese contingente autóctono, en el centro de aquel...

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